It ain´t what you don´t know that gets you into trouble. It´s what you know for sure that just ain´t so” (Mark Twain) 

“No es lo que no sabes lo que te meterá en problemas. Es lo que crees que sabes seguro que luego no es”. Así comienza la película La gran apuesta, la cual nos relata cómo el mercado hipotecario norteamericano quiebra y provoca una de las mayores crisis financieras de la historia, la crisis de las subprime, una crisis que nos repercutió a todos.

Ya ha pasado más de una década y, hoy, nos encontramos con un escenario inédito a nivel mundial: confinados en nuestras casas por una pandemia, un entorno económico en recesión, una bajada del precio del petróleo abrupta y la intervención de los bancos centrales mediante inyecciones de liquidez al sistema nunca vistas. ¿Qué experiencia tenemos ante este tipo de situaciones? ¿En qué nos podemos apoyar para tomar decisiones ante este tipo de eventos nuevos? Es complicado y hacer previsiones es casi imposible. Es un hecho que hemos de aceptar.

Tener una mente abierta, reconocer que no estamos seguros y que nos podemos equivocar es una cualidad que define el concepto de Humildad Inteligente: cada uno de nosotros tenemos nuestras creencias, pero reconocer que pueden fallar, es lo que nos permitirá tomar mejores decisiones. Así lo definen los profesores del Departamento de Psicología y Neurociencia de la Universidad de Duke (Estados Unidos), en su estudio “Saber lo que sabes: humildad intelectual y juicios de memoria de reconocimiento”. Y así lo considera Howard Marks, uno de los mayores gestores de inversiones en su carta del mes de mayo, cuando habla de invertir con incertidumbre: “Si nunca hemos experimentado algo, ¿cómo podemos vaticinar lo que está pasando? Eventos como los actuales dificultan la labor de hacer previsiones”.

La incertidumbre nos va a acompañar, y en la gestión patrimonial también. Sin embargo, podemos utilizar la Planificación Financiera Personal para mitigar su impacto. Para ello es necesario dedicar un tiempo para cada uno de nosotros y hacernos preguntas sobre dónde estamos hoy y hacia dónde vamos, en cuánto tiempo, con qué recursos contamos… Imagina un viaje, el primero que harás una vez nos permitan desplazarnos a diferentes provincias, a diferentes autonomías. Posiblemente ya lo tengas pensado, e incluso planificado, si te lo preguntase: ¿dónde irías?, ¿por cuánto tiempo?, ¿cómo irías?

Pues también se puede planificar tu día a día y tu futuro. Es factible trazar una línea que te ayude a visualizar tu ciclo de vida y permita hacerte preguntas sobre esos momentos. ¿Cuáles son los recursos con los que cuentas hoy? ¿y mañana? ¿son suficientes? ¿qué necesidades tendrás? ¿cuáles son tus objetivos? ¿cómo los vas a conseguir? Y todo esto, ¿cuánto es? ¿cuánto cuesta? ¿tengo suficiente ahorro? ¿lo estoy gestionando correctamente?

Esta crisis sanitaria ha permitido a aquellos que tenían una planificación financiera, su fondo de liquidez y su fondo de emergencia, que el resto de inversiones, cuyo objetivo era el futuro, cumplan su misión, que es generar riqueza para cumplir la meta fijada. Hay incertidumbre, sí, lo admitimos y nos podemos equivocar, también lo admitimos, pero ir acompañado de un profesional en estos momentos es de gran valor. Te invito a tener la mente abierta, a aceptar que no sabemos todo, te invito a practicar la humildad inteligente.

 

Juan Francisco Martín Báñez WEB Juan Francisco Martín Báñez

European Financial Advisor (EFA)

LinkedIn: Franciscomartinbañez

 

Artículo incluido en la edición de junio de Agenda de la Empresa