Quedan diez años para cumplir con la Agenda 2030, una ambiciosa agenda de desarrollo social, político y económico que tiene tres principios y pilares fundamentales: universalidad, integración y que nadie se quede atrás. Esto significa que los objetivos y las metas son relevantes para todas las naciones, también implica equilibrar las tres dimensiones del desarrollo sostenible: inclusión social, desarrollo económico y protección ambiental y, por último, exige que los ODS tienen que beneficiar a todos, sin que nadie se quede atrás.

En estos tiempos la pandemia del coronavirus ha puesto de relieve que la globalización tiene siempre consecuencias locales. Esta crisis de salud pública mundial, está afectando a todos los ámbitos de la sociedad, tanto políticos, económicos o de relaciones sociales y nuestras empresas, que están en primera línea de la sociedad civil, están sufriendo las consecuencias de manera dramática como lo estamos constatando desde la Comisión para los ODS y Green Deal de la Confederación de Empresarios de Andalucía. Nadie podía prever una contracción del PIB andaluz de estas dimensiones y una subida del paro tan impresionante, que si no se remedia podría superar el 30% a final de año.

En esta situación y, como siempre hemos afirmado desde la Comisión, la implementación de los Objetivos de Desarrollo Sostenible en los objetivos de las empresas aporta una serie de beneficios que repercuten directamente en el modelo de negocio empresarial a corto, medio y largo plazo.

Estamos convencidos de que los empresarios pueden encontrar en la Agenda 2030 una poderosa caja de herramientas, para iniciar una nueva remontada tras el COVID-19.

Las conclusiones de la encuesta que llevamos a cabo entre las empresas andaluzas a finales de 2019 mostraban cómo nuestro tejido empresarial estaba progresando adecuadamente en la implementación de los ODS, conscientes de que el éxito empresarial y económico es compatible con el compromiso con el desarrollo sostenible, ya que sin sostenibilidad los negocios no tienen futuro.

Según la encuesta que citaba, entre los ODS, los considerados más prioritarios para las empresas andaluzas son el de Acción por el clima -ODS 13-; el de Trabajo decente y desarrollo económico -ODS 8-; el de Igualdad de género -ODS 5-; el de Alianzas para lograr objetivos -ODS 17-, y el de Educación de Calidad -ODS 4-.

También son relevantes, y así lo demuestran las buenas prácticas que vamos conociendo, los relacionados con la construcción de infraestructuras sostenibles, la innovación tecnológica y el crecimiento con generación de empleo.

Está claro que para las empresas alinearse con los ODS puede significar la captación de nuevos clientes, cada vez más comprometidos con la sostenibilidad y que buscan proveedores responsables y sostenibles.

Los ODS ayudan a consolidar la marca, diferenciarse de la competencia, atajar riesgos e impulsar la innovación, reforzar la confianza en inversores, reguladores, clientes, consumidores y empleados.

En momentos de crisis ayudan a las empresas a tener una perspectiva integral y amplia del mercado, permiten conocer y evaluar mejor el impacto positivo o negativo de la propia producción y servicios en la sociedad, ‘testar’ la estrategia empresarial desde parámetros no-financieros, además de mejorar la gobernanza y la transparencia, de involucrar a los empleados en un proyecto común, de posicionarlas como pioneras en sostenibilidad y poner en marcha acciones de RSC.

Es una oportunidad de negocio que merece la pena aprovechar si se quiere sobrevivir en el futuro; de hecho, se calcula que esta vía de los ODS generará una economía cercana a los 11 billones de euros a nivel mundial de aquí a 2030. Desde CEA no tenemos dudas que la ‘re-escalada’ del tejido empresarial andaluz tras el COVID-19, el crecimiento económico y el progreso futuro pasan por alinear los ODS a los objetivos de las empresas.

 

Manuel Bellido Bello Manuel Bellido web

Presidente de la Comisión para los ODS y Green Deal de CEA