Hace apenas dos meses llegó la pandemia generada por el COVID-19, transformando lo que habíamos aceptado como normalidad. Estamos padeciendo la única pérdida irreparable: la de vidas humanas, a pesar de la entrega del personal sanitario y de las residencias de mayores, colectivos a los que desde Asempal siempre estaremos agradecidos por su esfuerzo. También ha llegado la incertidumbre, la vulnerabilidad de todo lo que dábamos por sentado, y la amenaza de la supervivencia de gran parte del tejido empresarial y del empleo. De las grandes lecciones de esta crisis que nos está obligando a replantearnos tantas cosas en un tiempo récord, voy a destacar dos que, creo son imprescindibles para pensar en el mañana. La primera es que nadie es lo suficientemente fuerte por sí mismo y la segunda es que si las empresas no se ponen en marcha no hay futuro. Si cae un autónomo, una empresa pequeña o grande, todo cae, trabajo y bienestar. El espíritu de unidad y solidaridad que vivimos en Almería desde el minuto uno del estado de alarma debe prevalecer hasta alcanzar la recuperación, porque todo aquello que no sirva para fortalecer al sistema sanitario y facilitar la reactivación de la actividad empresarial y del empleo será una acción desperdiciada.

Nadie olvidará lo que las empresas de Almería nos han hecho sentir. Desde donar alimentos o material sanitario, dar apoyo logístico o cambiar su producción para mejorar los niveles de abastecimiento. La agricultura, el transporte, los hoteles refugio, el comercio de proximidad han estado cuidando de todos para contener tanto el riesgo de contagio como el mantenimiento del suministro de bienes y servicios básicos de los que todos dependemos. También hemos descubierto el valor de la unidad de acción empresarial. Creo que es justo reconocer que Asempal ha estado presente cuando más lo han necesitado los empresarios de Almería para que nuestras empresas puedan disponer de toda la información para combatir esta crisis, ayudando en la solución de problemas y defendiendo los intereses comunes de las empresas. El liderazgo que está ejerciendo Asempal ha sido un elemento clave para que nuestros representantes y la sociedad en general tomen conciencia de que cada empresa abierta es trabajo y hay que protegerlas. El “Plan Almería” puesto en marcha por la Diputación provincial, el programa Re-Activa del Ayuntamiento de Almería, las ayudas que están impulsando los Ayuntamientos de la provincia, junto con el esfuerzo y la agilidad de la Junta de Andalucía para dotar de liquidez a pymes y autónomos a través de la línea especial de financiación de Garántia SGR, son excelentes iniciativas que, en base a la colaboración, ayudarán a revitalizar la economía de la provincia. Porque la recuperación no vendrá sola, sino de las medidas que se vayan adoptando para frenar el impacto económico del COVID-19. Y en ese sentido, no ayuda la cicatería del apoyo del Gobierno a las empresas, la propia UE que no se explica por qué España no apoya a sus empresas; ni la inseguridad jurídica que provocan las constantes matizaciones y rectificaciones legislativas o cómo estigmatizan algunos ministros a sectores estratégicos de la actividad empresarial con supuestas condiciones de esclavitud.

Almería cuenta con múltiples fortalezas para recuperarse, por ello desde Asempal hemos propuesto varios ejes de actuación de forma inmediata: garantizar la seguridad y protección de todos; no escatimar en medidas públicas de apoyo a los niveles que han hecho en otros países para que las empresas puedan “vivir y resistir” eliminando cargas fiscales y sociales, ampliación de los ERTE y con ayudas a la liquidez, así como reactivar la inversión pública en infraestructuras. A corto plazo y alineada con el potente paquete de estímulo económico que va a venir de Europa para impulsar la digitalización y la sostenibilidad, Almería se encuentra en una inmejorable posición gracias al proyecto de la ITI Almería Agua-Energías Renovables-Alimentos (Inversión Territorial Integrada) que estamos promoviendo desde Asempal y la Diputación de Almería.

Si queremos beneficiarnos de esa estrategia de reactivación vinculada a la sostenibilidad que ya está en marcha en la UE, y de sus fondos, estamos ante una gran oportunidad para que la ITI Almería se convierta en el motor que estimule la economía de Almería y favorezca el desarrollo de actividades agroalimentarias, energías limpias y obtención sostenible de agua, decisivas para la industrialización de la provincia y para generar el empleo y el crecimiento económico que ahora son tan necesarios.

 

José Cano García Jose Cano García WEB opinion

Presidente de la Confederación Empresarial de la provincia de Almería (Asempal)