Esta situación producida por el COVID-19 quedará indeleble en nuestras memorias como uno de los acontecimientos de mayor repercusión de cuantos hayamos vivido en la historia más reciente de nuestro país, sobre todo por las irreparables pérdidas humanas, por las cuales quiero mostrar mi profundo pesar, solidarizándome con el dolor de familiares y amigos.
Una gran crisis sanitaria que ha provocado asimismo una severa crisis económica con consecuencias aun por valorar en toda su dimensión, como la desaparición de cientos de miles de Pymes y Autónomos, que conllevará consigo millones de parados y familias en una situación de alta vulnerabilidad social, económica e incluso vital.
Los efectos a corto plazo han sido ingentes, tanto en pérdidas humanas, sociales y económicos, si bien han podido ser mitigados en parte por las medidas ya adoptadas. Pero esto no debe hacernos creer que por ello esta situación no pueda convertirse en una crisis estructural, y precisamente por esto hay que mirar al futuro y diseñar y definir una estrategia de salida para que la economía española retome cuanto antes una senda de crecimiento sostenida y equilibrada. Aun siendo conscientes que el proceso de vuelta a lo cotidiano anterior no va a ser ni sencillo ni ágil, como de igual manera sabemos que no será igual entre los sectores empresariales, así, el conjunto de medidas que venimos proponiendo desde la FOE creemos firmemente que contribuirá a que la economía se recupere cuanto antes de esta situación.
Nuestra Organización lleva trabajando desde el mismo día en que se declaró el Estado de Alarma, analizando paso a paso las repercusiones que el COVID-19 empezaba a tener en nuestros principales sectores para ir de esta forma abordando la estrategia a seguir para preparar la salida cuando empecemos a ver la luz. En la FOE somos conscientes, y así se lo hemos trasladado a las Administraciones, de que el apoyo a la empresa es vital para asegurar y acelerar la recuperación, así como para conseguir que nuestro modelo económico sea más moderno, productivo y sostenible en el futuro, además de minimizar lo más posible su volatilidad.
Coincidiendo, a buen seguro, con el resto de Organizaciones Empresariales, nuestras propuestas van dirigidas esencialmente al ámbito laboral, considerando fundamental suprimir las cuotas empresariales a la Seguridad Social en ERTE y reducir las cuotas sociales para aquellas empresas que se comprometan a mantener el empleo en condiciones y plazos claramente delimitados, además de prolongar las medidas excepcionales en materia de suspensión de contratos de trabajo y reducción de jornada y articular otras nuevas, de manera que se permita adecuar la plantilla de las compañías a la paulatina recuperación de la actividad, limitando el alcance del compromiso del mantenimiento del empleo y los efectos de su posible incumplimiento.
Aun siendo Huelva la provincia de Andalucía, junto con Almería, donde con menor virulencia se ha desarrollado el coronavirus, necesitaremos una atención especial a los principales sectores económicos que se han visto afectados: caso del turismo, la hostelería, el comercio y la agricultura, especialmente, hacia los que habría que dirigir además acciones específicas que motivarán su reactivación a corto, medio y largo plazo. Precisamente, la explicación al menor impacto del COVID-19 en nuestro territorio se debe, entre otras razones, según los expertos, a su escasa red de infraestructuras. Y aunque ello nos haya beneficiado en este caso, a la hora de la recuperación será esencial el desarrollo de aquéllas para mejorar nuestra vertebración económica y social y la competitividad de nuestra economía.
Confiamos en que nuestras Administraciones vayan de la mano de las Organizaciones Empresariales, solo así seremos capaces de abordar el futuro desde la realidad de un presente incierto pero esperanzador, acometiendo con firmeza medidas que hagan construir el mejor entorno posible para pymes y autónomos.
José Luis García-Palacios Álvarez 
Presidente de la Federación Onubense de Empresarios (FOE)
