Habitualmente escribo desde el punto de vista continuista, desde la opción de que tú, directivo o empresario, quieres continuar desarrollando esa responsabilidad que asumiste.

Hoy no, hoy quiero reflexionar desde el otro extremo. Este periodo vacacional, al salir de lo habitual, al escuchar otras voces, otras realidades y ver cómo puede ser el pronóstico de un futuro incierto y cercano, ha hecho que centre mi atención en la vulnerabilidad del que dirige, del que gestiona, que ahora, más que en otras épocas, vive con gran incertidumbre su presente y futuro profesional.

Más de una vez he lanzado este tipo de preguntas en una buena conversación entre amigos: bueno, y si estamos en un momento de cambio y nada va a ser igual, te has planteado ¿Qué ocurrirá con tu profesión? ¿Tendrás que reinventarte? ¿Has pensado que pueden despedirte?

La situación que vivimos no permite crear escenarios futuros fiables. Hay demasiadas preguntas para las que no hay respuesta clara. Nadie tiene la respuesta correcta, esta situación es nueva para todos.

Otra cosa es que, al no haber respuestas, tú decidas dar las tuyas y aproveches este tiempo para construir tu propio futuro, a tu medida, el que tú quieras y obtengas de este momento de cambio, una gran oportunidad.

Para comenzar, recomiendo que te hagas estas preguntas relacionadas con el trabajo: ¿Tienes claros tus objetivos? ¿Te gusta lo que haces? ¿Qué condiciones en el trabajo son imprescindibles para ti? ¿Sientes un desequilibrio entre lo que esperas y lo que recibes? ¿Es importante para ti compartir tus valores con los de la empresa? ¿Necesitas un plan de desarrollo profesional?

Y después de contestarte, siento que existe una oportunidad porque aún no hay nada escrito ni determinado; oportunidad porque, como mucho, encontrarás condicionantes, pero no impedimentos.

Es un momento, por así decirlo, en el que hay que ver todos los caminos posibles:

  • ¿Quieres emprender? ¿Por qué no?
  • ¿Quieres cambiar radicalmente de profesión? ¿Por qué no?
  • ¿Quieres ir a otro lugar a vivir una vida distinta? ¿Por qué no?

Existen dos claves fundamentales para que se dé una buena elección del camino:

  1. Tener a alguien que no te lo cuestione y que te impulse a tomar tus propias decisiones.
  1. Tener un modelo de análisis de tu situación que te permita tomar estas decisiones, de la forma más fácil, rápida y reversible posible.

Para el primer punto, debes contar con un buen coach (y hago énfasis en lo de buen coach, porque aquí sí que no todo vale). Un coach que entienda tu universo y tu momento y que no te lo cuestione, sino que te invite a profundizar en él para que cuando des el paso tengas la convicción de que, salga como salga, es el paso que quieres dar.

Para el segundo, debes contar con un modelo que te permita identificar tu punto de partida y los primeros logros a corto plazo.

El modelo FOAR (SOAR, con sus siglas en inglés) es el modelo que mejor se ajusta a esta situación.

  • FOAR se centra en tus Fortalezas y en tus Aspiraciones.
  • FOAR te facilita detectar las Oportunidades contrastadas y viables.
  • FOAR alinea estos tres elementos y te propone unos Resultados a conseguir en un plazo muy corto de tiempo.

Porque, no te engañes, tú tienes muchas fortalezas, tienes pasión por muchas cosas y se trata de ponerlo todo a trabajar.

Recuerda, estamos aquí para acompañarte. Solo tienes que dar el paso. Atrévete.

 

Ana Herrero WEB Ana Herrero

Directora en Andalucía de Montaner & Asociados

@AnaHerrero

 

Artículo incluido en la edición de septiembre de Agenda de la Empresa