El sector aeroespacial andaluz es estratégico en nuestra región. Más de 140 empresas viven de este sector, así como más de 14.000 empleos directos. Andalucía es una región con poca industria desgraciadamente y, por ello, aún es más necesario mantener la que tenemos.

En esta pandemia, el sector aeroespacial ha sido uno de lo más damnificados al paralizarse gran parte del tráfico aéreo. Las compañías aéreas han entrado en una crisis como nunca habían padecido y ello lleva a la paralización de nuevos pedidos de aviones para la industria. Airbus, principal empresa tractora del sector en nuestra región, ha visto como su negocio se ha reducido casi en un tercio en pocos días. Esto, inevitablemente, va a suponer un impacto muy importante en el tejido auxiliar andaluz.

Por ello probablemente veamos en los próximos meses una profunda transformación del sector sin descartar cambios accionariales importantes en las empresas, alianzas, sinergias, fusiones que permitan la supervivencia de las mismas.

En el sector nuestros plazos son largos. Prácticamente todos coincidimos que esta “travesía del desierto” durará no menos de tres años para salir de ella. Las empresas van a tener que trabajar duro para superar esta larga y profunda crisis. Para ello, deberán ganar tamaño, diversificar sus actividades e incrementar sus procesos de internacionalización.

Pero pese a todo, sigo pensando que hay razones para el optimismo y la esperanza. En primer lugar, porque las empresas aeroespaciales andaluzas están muy cualificadas y tienen larga experiencia. Seguimos siendo uno de los hubs aeronáuticos más importantes de Europa. Disponemos de centros tecnológicos, de Universidades de alto nivel, de plantas de producción con las tecnologías más avanzadas.

Justo antes de la pandemia, se finalizaron los trabajos de un nuevo Plan estratégico del sector aeroespacial andaluz, cuya implantación debe seguir siendo un instrumento válido para reimpulsar el sector. Este plan goza del valor de haber contado con la participación de todos los agentes sociales implicados y contiene las medidas necesarias para el desarrollo de esta industria.

Por mencionar solo algunas de esas medidas, que son grandes oportunidades, podríamos señalar:

• La orientación hacia nuevos negocios como el “new space”, drones, RPAs donde las capacidades actuales de muchas de nuestras empresas son válidas para estos nuevos mercados.

• El MRO o mantenimiento preventivo de aviones, aprovechando la estela de la inversión ya real en Sevilla de Ryanair.

• La presencia en los nuevos y ambiciosos programas de Defensa como el FCAS.

• Las infraestructuras del Centro de fabricación avanzada (CFA) en Cádiz o el Centro CEUS en Huelva de ensayos de vehículos no tripulados.

Se va a tener que acelerar sin duda la transformación digital, la economía circular, la eficiencia productiva de las empresas, la capacidad innovadora, pero al final del túnel nos espera un futuro con oportunidades renovadas.

La globalización y un mundo abierto a intercambios y acercamiento entre países es un proceso imparable. Los 30.000 nuevos aviones que se preveía construir en el mundo para el 2030 quizá se retrasen algo, pero finalmente volverán a ser necesarios.

Son tiempos de cooperación y de unidad. Desde el clúster Andalucía Aerospace nos hemos puesto a disposición de todos para ponernos a trabajar juntos en la reconstrucción del sector con la seguridad de que ¡juntos, saldremos adelante!

 

Juan Román WEB opinion

Director Gerente

Andalucía Aerospace

 

Artículo incluido en la edición de octubre de Agenda de la Empresa