Cocinas solares o el alquiler de instalaciones de autoconsumo, soluciones andaluzas para luchar contra la pobreza energética en Europa

La Agencia Andaluza de la Energía ha reunido a más de 120 expertos europeos de seis países en el primer seminario temático internacional del proyecto Powerty Interreg Europe para poner en común las buenas prácticas que, en materia de energías renovables y pobreza energética, están desarrollando las diferentes regiones participantes y donde han tenido un papel destacado empresas y entidades andaluzas.

En el seminario, que se ha celebrado de forma virtual debido a las restricciones por la pandemia y que ha sido inaugurado por el director gerente de la Agencia Andaluza de la Energía, Francisco Javier Ramírez, y por Gvidas Dargužas, representante de la Agencia de Desarrollo de la Inversión Pública de Lituania (VIPA), se presentaron cinco proyectos que incluyen diversas soluciones tecnológicas y experiencias de éxito en innovación social para abordar la pobreza energética a través del uso de fuentes limpias y se analizaron cuatro fórmulas de financiación implementadas en diferentes regiones participantes para facilitar el uso de renovables por los colectivos más vulnerables.

Así, la Universidad de Huelva presentó los trabajos que actualmente está desarrollando en materia de cocinas y hornos solares en el ámbito doméstico, una opción para fomentar el uso de la energía solar como fuente energética alternativa y complementaria a otras tecnologías que puede contribuir a afrontar situaciones de vulnerabilidad energética. Entre los datos ofrecidos por la universidad se encuentra que, con solo 1,54 m2 de cocina solar, se puede alcanzar una potencia de 600 vatios (W) frente a los 4,75 m2 que se necesitarían con paneles fotovoltaicos. Indicó también que, en base a un estudio de la Universidad de Manchester, el uso de cocinas solares con materiales reciclados para calentar alimentos en comparación con un microondas convencional en una ciudad de cinco millones de habitantes podría reducir en 42,6 kilotoneladas los gases de efecto invernadero, además de producir un ahorro energético de 67 GWh eléctricos y un ahorro económico de 23 millones de euros.

Entre las fórmulas de financiación para facilitar el uso de fuentes limpias por los colectivos más vulnerables se encuentra la presentada por la empresa andaluza Quantum Energía Verde que fue considerada la mejor práctica en esta materia entre los asistentes al seminario, dado que satisface las necesidades de financiación detectadas en la mayoría de las regiones y es fácilmente aplicable por parte de las personas en situación de pobreza energética. Así, Quantum Energía Verde presentó su producto “Alquiler Quantico”, basado en el alquiler de instalaciones de energías renovables de autoconsumo, desde un euro al mes sin tener que llevar a cabo una inversión inicial, que se montan en la propia vivienda del usuario y que producen un ahorro inmediato en la factura de la luz, con una garantía de 20 años, periodo durante el cual el mantenimiento está garantizado.

Lituania mostró el ejemplo llevado a cabo en su país, donde se han financiado las medidas de eficiencia energética, energía solar y geotermia en 48 apartamentos de grupos vulnerables. Polonia, por su parte, explicó los Programas “Aire Limpio” y “Cero Niebla”, que financian medidas para la mejor eficiencia en viviendas y, en mayor grado, las que incorporan tecnología solar fotovoltaica.

En Francia, una comunidad energética conformada por cinco viviendas ha podido superar sus dificultades de financiación para abastecerse de energía solar térmica y fotovoltaica gracias a los incentivos y aportaciones de una cooperativa energética francesa.

Otras soluciones tecnológicas

Por su parte, la empresa española Pylondata mostró a los asistentes las herramientas avanzadas de análisis de datos que ha desarrollado para su aplicación en la gestión de las instalaciones colectivas de energías renovables en edificios de viviendas, las cuales, al permitir a los beneficiarios conocer de forma precisa cómo es la distribución de energía y el ahorro generado, simplifican enormemente la implementación de este tipo de instalaciones. Estas herramientas han sido utilizadas con éxito, por ejemplo, en el proyecto “Barrio Solar” de Zaragoza, promovido por la Fundación Ecología y Desarrollo ECODES.

La Agglomeration Opole Trust (AOT), una federación de 20 municipios de Polonia, ha presentado otras soluciones tecnológicas consistentes en la fabricación de viviendas de bajo coste con módulos prefabricados de alta eficiencia energética, que permite un considerable ahorro de energía a sus usuarios; o la producción de recubrimientos ecológicos de alto aislamiento térmico y baja huella de carbono empleado en viviendas ya existentes.

Durante el seminario también se analizaron otras iniciativas de innovación social, más enfocadas a la sensibilización de los consumidores, en relación con el ahorro energético, como el proyecto STEP (Solutions to Tackle Energy Poverty) financiado por el programa Horizonte 2020 y presentado por la Alianza de organizaciones de consumidores de Lituania. Este proyecto ha desarrollado un completo programa formativo y de concienciación dirigido a colectivos vulnerables a través de sesiones formativas, la creación de un grupo de asesores energéticos y la puesta en marcha de material de difusión y canales de comunicación especialmente dirigidos a estos colectivos. Como resultado de este proyecto se ha elaborado un documento con 13 recomendaciones políticas para abordar de una forma integral el problema de la pobreza energética.

También fue objeto de análisis el programa francés AEELA de eficiencia energética, dirigido a colectivos vulnerables del ámbito rural de la región de Rhone Alphes, en el que, mediante medidas de concienciación y acompañamiento para generar confianza en dichos colectivos, se iniciaron proyectos de rehabilitación de viviendas con energías renovables.

La Agencia Andaluza de la Energía, entidad adscrita a las Consejerías de la Presidencia, Administración Pública e Interior, y Hacienda y Financiación Europea, como socio coordinador y líder del proyecto Powerty, ha presentado los principales avances y las publicaciones elaboradas que se encuentran disponibles en las páginas web del proyecto y de la entidad pública, del análisis de las debilidades, amenazas, fortalezas y oportunidades detectadas en cada región del consorcio que participa en el proyecto sobre las dos temáticas tratadas en el seminario: Tecnologías y financiación.

Observatorio Europeo de la pobreza energética

Una de las presencias destacadas en el seminario ha sido la de Stefan Bouzarovski, coordinador del Observatorio Europeo de la pobreza energética, dependiente de la Universidad de Manchester, iniciativa impulsada por la UE encargada de analizar todas las iniciativas europeas en el ámbito de la pobreza energética.

Bouzarovski ofreció una radiografía detallada de cómo se visualiza esta cuestión en Europa, donde 37,4 millones de personas no pudieron mantener su hogar caliente y 33,8 millones de personas no podían pagar sus facturas en 2018. Un problema que afecta, principalmente, a zonas urbanas de bajos ingresos y zonas rurales aisladas. A través de diversos informes sobre pobreza energética de la Comisión Europea, se pone de manifiesto la escasez de recursos, conciencia y capacidad para afrontar su disolución por parte de los distintos Estados miembros y de unos objetivos vinculantes en sus políticas para mejorar esta situación.

También señaló que la pobreza energética no se puede medir con un solo indicador y que actualmente se visualiza más como un problema general de falta ingresos en lugar de un problema de falta de infraestructuras de calidad, grado de urbanización o viviendas inadecuadas. O de la llamada “pobreza energética oculta”, referido a hogares que tienen un muy bajo gasto energético debido a que restringen su energía gastando por debajo de lo necesario para cumplir sus necesidades. De ahí que sea necesario recopilar y evaluar las mejores prácticas a nivel local, como está haciendo el proyecto Powerty, para garantizar que “nadie se queda atrás en la transición energética “, ha concluido Bouzarovski.