Rafael Sánchez Rafael Sánchez Durán WEB opinión

Director General de Endesa

Andalucía

 

Sin lugar a duda 2020 va a ser un año para el recuerdo, un ciclo de nuestras vidas que ha impactado en lo más esencial de nuestra sociedad, en las personas, en nuestra salud y en nuestro modo de vida.

Son muchas las pérdidas contabilizadas durante este ejercicio, las más importantes las de nuestros seres queridos, pero gracias a nuestra resiliencia y al gran esfuerzo colectivo hemos conseguido vislumbrar un futuro cercano esperanzador, en el que la investigación y la innovación han sido y están siendo determinantes para poder superar esta pandemia mundial.

Durante estos meses hemos sido testigos de la gran capacidad del ser humano, de forma individual o colectiva, que ha hecho que nos sintamos más orgullosos aún de nuestros familiares, amigos, vecinos y compañeros de trabajo por su comportamiento ejemplar; pero sobre todo de los profesionales que, incluso a riesgo de su propia salud, han estado manteniendo el sistema sanitario y otros servicios esenciales, como la electricidad. Por ello, me gustaría destacar el excelente trabajo de todos los compañeros de Endesa que han sabido mantener en orden un servicio esencial como el eléctrico, que ha estado presente en nuestras empresas, domicilios, convertidos en puestos de trabajo e incluso energizando los improvisados hospitales de campaña que han sido necesarios durante la emergencia sanitaria.

Este esfuerzo también ha ido acompañado de la solidaridad de muchos empleados de Endesa que han dedicado su conocimiento, su economía y su tiempo a ayudar a los demás, fabricando pantallas protectoras o respiradores y colaborando de forma altruista con entidades sociales. Todo ello ha tenido un acompañamiento de Endesa, que desde el inicio de la pandemia activó un Plan de Responsabilidad Pública dotado con 25 millones de euros y que en Andalucía ha supuesto la donación de material sanitario al SAS (más de 120.000 mascarillas, 25 respiradores, 8 máquinas de rayos X y 2 robots de test rápidos) o ayuda a entidades sociales para bienes de primera necesidad durante los primeros meses de la pandemia. Ahora seguimos trabajando para aportar nuestro granito de arena a la sociedad con proyectos más enfocados a la recuperación socioeconómica de las zonas donde operamos y a la ayuda a los más vulnerables.

Pero además de la solidaridad y el esfuerzo humano, para combatir esta pandemia también es necesario encender los motores del crecimiento, con una estrategia basada en la credibilidad y el efecto tractor sobre la economía de las grandes empresas, con inversiones que conlleven crecimientos del PIB y del empleo, en actividades directas con efectos indirectos e inducidos sobre la pequeña y mediana empresa de carácter local.

Para ello, Endesa ya ha anunciado una inversión en Andalucía de casi 2.000 millones de euros para el periodo 2021-2023, centrados especialmente en la digitalización de la red de distribución que, como hemos podido comprobar durante esta crisis, ha sido un factor decisivo, y en el desarrollo de energías renovables, con más de 800 megavatios de potencia de generación verde, para conseguir la descarbonización de nuestra economía.

Y es que no podemos olvidar el enorme paralelismo que existe entre la actual crisis sanitaria y la crisis climática. Ambas tienen dimensión global; ambas afectan de manera transversal sin reparar en clases, ni razas, ni países; ambas afectan en una doble vertiente, la sanitaria y la económica, y ambas requieren de esfuerzos conjuntos y efectivos.

Por ello, desde Endesa somos conscientes de que la salida ha de ser sostenible, renovable, inclusiva y siempre sin dejar a nadie atrás, desde Endesa lo estamos liderando y 2021 va a ser un año decisivo para conseguirlo.