Rafael Amor Acedo Rafael Amor WEB opinion

Presidente ATA Andalucía

@rafaelamor_ata

 

El 2020 ya terminó. Casi que da alivio decirlo. Un annus horribilis en el que nuestro día a día ha sufrido un giro de 180 grados ante una pandemia que ha dejado miles de víctimas a diario.

Pero estrujar y tirar la última hoja del calendario del 2020 e iniciar uno nuevo, con ilusión y esperanza, no ha sido ni es suficiente para evitar la propagación de la pandemia, que continúen los contagios, las víctimas, las restricciones, la destrucción de empleo y la debacle económica que el coronavirus, que no entiende de hojas de calendarios, nos deja mes a mes. Ni siquiera el inicio de la vacunación nos libra de todo mal.

Todos los gobiernos desde sus respectivos ámbitos y con mayor o menor acierto han intentado construir diques de contención para frenar una primera y segunda ola. Ahora, con el nuevo año, nos enfrentamos a una tercera ola ante la que nos debemos de esforzar para que esta crisis sanitaria no acabe, además de con la salud, con una economía bastante maltrecha.

Para evitar el colapso es imprescindible que todos los ciudadanos entendamos la importancia de respetar las normas y actuemos pensando en los que nos rodean, alejándonos del individualismo y poniendo en valor la importancia del bien común. Por salud. De otra parte, también es absolutamente necesario apostar por la supervivencia del tejido empresarial y su adaptación al escenario COVID poniendo el foco en los más pequeños.

El trabajo autónomo -3,2 millones de personas en España, 548 mil en Andalucía- es decir, el 16,8% de ese total de autónomos españoles, se encuentra en una situación crítica. Y, aunque hay unas actividades más castigadas que otras, nadie saldrá indemne.

2020 ha sido un año terrible para miles de autónomos que han tenido que reducir sus plantillas. Tres de cada cuatro han tenido algún tipo de restricciones en su negocio. Ocho de cada diez autónomos aseguran que la facturación de su negocio se ha visto reducida respecto al año anterior y para la mitad de ellos, la caída ha sido superior al 60%. Han tenido pérdidas de las cuales no saben si se va a recuperar. También en muchas ocasiones, más de las que desearíamos, se han visto obligados a echar el cierre en la ruina más absoluta. En este escenario, las obligaciones fiscales y de Seguridad Social, no han ayudado mucho, más bien todo lo contrario, han supuesto un desembolso importantísimo ante una caída vertiginosa de las ventas, mientras la incertidumbre existente ha puesto la guinda al amargo pastel.

Es cierto que se han articulado ayudas que han dado sus resultados, como en el ámbito nacional han sido la prestación extraordinaria por cese de actividad, la compatibilidad del desempleo con el desarrollo del trabajo autónomo, los ERTE y la financiación avalada. También otras de mayor o menor calado en los ámbitos autonómicos, provinciales y locales, pero todas ellas, por desgracia no han sido suficientes para muchos, en absoluto.

Estamos afrontando un nuevo año y una tercera ola que cada día nos trae, además de desgracias personales, nuevas limitaciones y no podemos retrasar más la prórroga del cese de actividad para los autónomos y facilitar que puedan acceder a él aquellos que no la solicitaron en marzo, porque no la necesitaban, o porque estaban percibiendo otras prestaciones como una baja por enfermedad o por maternidad o paternidad. Se avecina un desastre para autónomos, empresas y trabajadores si no se acompaña de un plan urgente y potente de medidas económicas. Se hace urgente establecer desde ya un plan de emergencia, y con vistas a unos meses muy complicados, a una tercera ola que ya tenemos aquí y tras un intenso temporal con medio país paralizado por la nieve o el agua. Necesitamos liquidez e impulsar el consumo y la demanda con el fin de amortiguar la caída de la actividad y evitar el cierre de empresas y autónomos y por ende la destrucción de empleo. Un año que empieza con nieves… trabajemos juntos para que se cumpla el refrán.

 

Artículo incluido en la edición de febrero de Agenda de la Empresa