Luis Miguel Jurado Luis Miguel Jurado WEB

Presidente de FAECTA y COCETA

@LuisMi_Jurado

 

La puesta en marcha del I Plan General de Emprendimiento que está elaborando la Junta de Andalucía pretende abrir las puertas a la reactivación económica de Andalucía, creando una hoja de ruta para fomentar el espíritu empresarial y la creación de nuevas empresas en nuestra comunidad. En FAECTA estamos realizando aportaciones a esta iniciativa del Gobierno andaluz con el fin de crear nuevas oportunidades económicas y puestos de trabajo, un escenario en el que las cooperativas de trabajo tienen que jugar un papel esencial. Nuestro objetivo es contribuir a reducir la precariedad laboral y disminuir la tasa de paro presentando al cooperativismo con una vía para impulsar el empleo estable desde una vertiente social.

Formamos parte del ecosistema emprendedor: nuestra actividad, como agente que promueve el cooperativismo de trabajo, está orientada a la transformación económica y social de Andalucía inculcando los valores del cooperativismo y apoyando la creación de este tipo de empresas que, creemos importante subrayar, están presentes en todos los ámbitos de actividad. Sí, las cooperativas están en el sector tecnológico y en el de servicios avanzados, así como en todos aquellos en los que operan otras tipologías jurídicas, contando además con una marcada vertiente de innovación social, un hecho diferenciador en el ámbito empresarial.

Subrayo además la idea de que las cooperativas son empresas que desarrollan cualquier tipo de actividad, independientemente de su forma de organización interna y que cuentan con una gran proyección. Cabe destacar que en 2020, un ejercicio marcado por la pandemia, se han creado cerca de 500 cooperativas, un dato muy a tener en cuenta a la hora de potenciar a estas empresas de cara a la creación de empleo.

Desde nuestra óptica, el Plan General de Emprendimiento de la Junta de Andalucía puede funcionar como revulsivo para reforzar a las empresas de la región y especialmente deseamos que sea así para las empresas cooperativas y de la economía social. Si bien, para que no sea un mero efecto cosmético, hay que articular medidas que sustenten económicamente las acciones que se desarrollen para apoyar al tejido productivo, incidiendo, como digo, en la promoción de las cooperativas andaluzas y su balance social como valor añadido, más allá de los beneficios económicos.

Así lo recoge el plan cuando indica que se fomentará y favorecerá aquel tipo de emprendimiento con orientación y desarrollo de impacto social, haciendo referencia a la creación de empleo, la implantación en zonas con menos recursos económicos o con niveles de despoblación, o la realización actividades de interés social. Las empresas cooperativas, sea cual sea su actividad, están en esa línea. Son aspectos que están integrados en el propio modelo y tienen que promocionarse desde la Administración andaluza para conseguir una economía más volcada en las personas.

 

Artículo incluido en la edición de marzo de Agenda de la Empresa