Juan Francisco Martín Báñez WEB Juan Francisco Martín Báñez

European Financial Advisor (EFA)

LinkedIn: Franciscomartinbañez

 

“Con este tiempo soleado y el cuerpo que te lo pide, ¿cómo te vas a quedar en casa?”. Es una pregunta que sale en las videollamadas que comparto con mis amigos a distancia. Algo que se ha convertido en un hábito en este tiempo de pandemia: tenemos reservada una hora y día de la semana, nos conectamos para tomar algo y compartimos un momento juntos.

Con la primavera y el buen tiempo a la vuelta de la esquina comentamos cuáles son las medidas de restricción que tenemos en nuestra localidad y nos encontramos con mensajes contradictorios para las mismas situaciones, nos liamos. El pasado 14 de febrero, Día de los Enamorados, hizo un día estupendo en Sevilla, las calles estaban con muchísima gente y las terrazas se volvían a llenar. Sin embargo, en otras localidades no se podía estar en una terraza. La información de la que disponemos y escuchamos en las noticias nos despistan. Hay localidades en las que se relajan las medidas y otras en las que las restricciones se mantienen.

Entonces, ¿qué hacemos? Pues podría ocurrir que el cerebro retenga el mensaje de lo que creemos confirma la hipótesis que previamente ya teníamos. Es decir, si tenía pensado salir a la calle, voy a escuchar a quien afirma que es seguro. Si previamente tenía miedo a salir, voy a escuchar a quien me sugiere quedarme en casa. ¿Te resulta familiar? Es un sesgo cognitivo muy cotidiano en los seres humanos y se le denomina sesgo de confirmación: la tendencia a favorecer, buscar, interpretar y recordar la información que confirma las propias creencias o hipótesis, dando desproporcionadamente menos consideración a posibles alternativas (Wikipedia). Y esto provoca que la percepción del riesgo no sea la adecuada ante la decisión que tomas, conociendo que las autoridades sanitarias nos alertan del elevado riesgo de contagio en localidades con más de 250 contagios por cada 100.000 habitantes.

La CNMV, en su guía ‘Psicología económica para inversores’, nos advierte de que el sesgo de confirmación aparece en dos de las tres fases de la toma de decisiones de un inversor: en la búsqueda de información y en la fase de selección y contratación del producto. El riesgo aparece al tomar la decisión con la información que el inversor ha recibido, buscado sesgadamente sin haber tenido en cuenta otros datos relevantes. Es decir, podríamos buscar información selectiva que respalde nuestra opinión, nuestra creencia y evitar una información crítica.

Ante una toma de decisiones financieras te invito a que te apoyes en un asesor profesional con formación y experiencia. No solo te aportará una visión clara, sino que te acompañará en la toma de decisiones en las diferentes etapas de tu ciclo de vida. Te ayudará a percibir correctamente los riesgos y evitar sesgos cognitivos comunes en nuestro día a día. ¿Por qué? Porque te conoce, porque juntos habéis compartido tiempo para hablar sobre ti y tu familia, cuáles son tus recursos actuales y futuros, cuáles son tus necesidades presentes y futuras, cuáles son tus objetivos presentes y futuros y tendrás un Planificación Financiera Personal, la tuya.

Espero que pronto haya una masa crítica de población vacunada y los contagios vayan disminuyendo que nos permita poder disfrutar de este tiempo soleado. Termino con una reflexión del Maestro Oogway en la película Kung Fu Panda: “Tu mente es como el agua. Cuando se agita es difícil ver. Pero si le permites asentarse, la respuesta se vuelve clara”. Ve acompañado.

 

Artículo incluido en la edición de marzo de Agenda de la Empresa