Ángeles Rodríguez Cutillas Ángeles Rodríguez Cutillas WEB opinion

Educadora del Museo Nacional Thyssen-Bornemisza de Madrid

 

 

El Área de Educación del Museo Nacional Thyssen-Bornemisza de Madrid participó en 2019 en la celebración del centenario de la fundación de la Escuela de la Bauhaus. Rememoraba así la profunda revolución artística que protagonizó una de las instituciones educativas y culturales más relevantes del siglo XX. Como educadores del museo, este acontecimiento supuso una excelente oportunidad para reflexionar sobre el papel que, en este sentido, ejercieron numerosas figuras de la historia del arte en su doble condición de artistas de vanguardia y docentes de la escuela.

Poniendo en valor la importante representación de artistas vinculados históricamente a la Bauhaus, que forman parte de las colecciones del museo, desde el Área de Educación se desarrolló un proyecto educativo que pretendía dar respuesta a las siguientes preguntas: ¿Cómo se enseñaba y aprendía arte en la escuela de la Bauhaus? ¿De qué manera ese conocimiento nos puede ayudar a ser partícipes de la construcción de las sociedades del presente? Nacía así el germen de esta nueva iniciativa que se inscribe en el ámbito de las propuestas de Educación Online con las que el museo pretende facilitar una mejora en el acceso al arte, más allá del espacio físico de sus instalaciones.

Tyssen
Fotografía extraída del “Panel de texturas” creado para uno de los talleres audiovisuales que forman parte de los contenidos del curso online Experimenta Bauhaus

Experimenta Bauhaus. Laboratorio de arte, artesanía e industria’ es el primer curso de la serie Experimenta, destinado a público general, que busca proporcionar espacios virtuales de aprendizaje autónomo y flexible, combinando la pedagogía, la historia del arte, la investigación y la producción artística. Tomando como referencia la visión que nos ofrecen los artistas-profesores y alumnos de la Bauhaus; Johannes Itten, Lilly Reich, László Moholy-Nagy, Gunta Stölzl, Josef Albers, Wassily Kandinsky, Paul Klee, Oskar Schlemmer, y muchos otros, conseguimos crear un imaginario donde, como estudiantes hipotéticos y atemporales de aquellas ingeniosas personalidades, nos transformamos en comunidades potencialmente creativas, con capacidad de desarrollar actitudes y competencias propias del arte en sí mismo; la inspiración, la sociabilidad, la autoestima, la creatividad, la sensibilidad, etc., para dar respuesta a las exigencias de nuestro tiempo. Asumimos nuestro papel como visitantes del museo que, de manera virtual o no, entendemos la responsabilidad que es otorgada a la institución como agente de transformación social a través de un público comprometido.

Conocer la historia de la escuela, e indagar en la naturaleza y significado de las obras que allí se crearon, nos lleva a conectar con los idearios de estas figuras del pasado. Es el museo, en su firme disposición como entidad pública de poner el arte al alcance de todos, quien facilita el encuentro entre pasado y presente. La iniciativa, que se lleva madurando desde años atrás, hace su aparición de una manera quizá algo acelerada debido a la tan nombrada transformación digital que las instituciones culturales estamos viviendo en el momento actual. Nuestro propósito, seguir explorando las relaciones humanas, buscando siempre el contacto con cada una de las personas que sienten que las obras del museo forman parte de su realidad como individuos y que permiten un relato que narra el devenir de las sociedades de todos los tiempos desde perspectivas globales, integradoras y multiculturales.