Entrevista a Carmen Ronchel

Responsable Técnico del Sector Biotecnológico en CTA (Corporación Tecnológica de Andalucía)

Se ha incorporado recientemente como nueva responsable del sector Biotecnológico en CTA, ¿qué objetivos se plantea?

Efectivamente, me incorporé hace unos meses al equipo de CTA con mucha ilusión. Espero contribuir al fortalecimiento en Andalucía del sector biotecnológico, uno de los sectores considerados palanca de innovación en el resto del tejido productivo. Uno de nuestros objetivos, ahora mismo, es ayudar a las empresas innovadoras de CTA a la captación de financiación de los fondos europeos Next Generation EU. Estos fondos suponen una excelente oportunidad para salir de la crisis económica y aunque aún existen muchas preguntas que responder en torno a ellos, debemos estar preparados. Las empresas están en fase de preparación de iniciativas tractoras, de alto impacto.

En medio de la actual crisis sanitaria y económica, ¿qué papel está teniendo el sector biotecnológico?

El sector biotecnológico se ha reforzado con la pandemia. La crisis del COVID-19 ha puesto de manifiesto su importancia para la sociedad, demostrando que es clave para la competitividad y la salud del país. En una situación de destrucción de empleo que tanto ha afectado a otros sectores, el sector biotecnológico ha sido resiliente, según una encuesta realizada a los socios de Asebio sobre el impacto de la COVID-19 en las empresas Biotech. Casi el 90% de los encuestados ha mantenido su actividad durante el estado de alarma y solo un 9% ha tenido que recurrir a un ERTE. Sin embargo, esto no ha sido fácil, el sector se ha encontrado con problemas de suministro, trámites regulatorios y de financiación. Ha sido posible gracias a que se trata de un sector con una gran actividad innovadora, lo que ha permitido a las empresas reinventarse y adaptarse a la situación. Muchas han orientado su actividad hacia aspectos relacionados con la pandemia (desarrollo de vacunas, tratamientos o kits de detección rápida, entre otros) y han salido muy reforzadas. Una vez más, se demuestra que la I+D+i es un elemento fundamental para la reconstrucción social y económica. Por otro lado, en la recuperación económica pos-COVID-19, el sector biotecnológico tendrá un papel fundamental. Será necesario, entre otras medidas, desarrollar un nuevo modelo económico más sostenible, donde la bioeconomía circular será un elemento clave.

¿Podría destacar empresas andaluzas que estén aportando en este sentido?

En el sector salud, las empresas andaluzas han trabajado intensamente en el desarrollo de test rápidos de diagnóstico, tratamientos y vacunas para encontrar soluciones a la situación provocada por el SARS-CoV-2. Un ejemplo de ello es Biosearch Life, que ha puesto en marcha un proyecto de ensayos clínicos para medir la eficacia de su producto Hereditum Immunactiv K8 en la reducción de la incidencia y/o severidad de los síntomas de la infección por COVID-19. O Rovi, designada para la fabricación fuera de EE. UU. del llenado y acabado de la vacuna de Moderna para la COVID-19. En cuanto a empresas que han trabajado en el desarrollo de test rápidos de diagnóstico in vitro podemos destacar a Biomedal, que está desarrollando un proyecto financiado por CTA en este sentido. En temas relacionados con bioeconomía circular, afortunadamente las empresas andaluzas están muy implicadas en este modelo económico. Un ejemplo lo tenemos en Heineken, que recientemente ha obtenido el sello Cero residuos a Vertedero para su fábrica de Cruzcampo en Jaén, lo que garantiza un porcentaje de valorización neta igual o superior al 95% de sus residuos.

El proyecto europeo BIOSWITCH ayuda a las marcas a adoptar el enfoque ‘bio’

Corporación Tecnológica de Andalucía (CTA) participa en el proyecto europeo BIOSWITCH, que tiene el objetivo de ayudar a los propietarios de marcas a transformar sus productos en bienes bio, es decir, de base biológica. Cofinanciado por la Bio-Based Industries Joint Undertaking (BBI JU) en el marco del programa de Horizonte 2020, el proyecto está coordinado por CLIC Innovation (Finlandia). BIOSWITCH se centrará en cuatro cadenas de valor: agricultura, química, silvicultura y alimentación. Andalucía servirá como región modelo de demostración con la participación del Grupo La Caña, debido al gran potencial de esta comunidad autónoma para desarrollar la bioeconomía por la importancia del sector agrícola.

¿Qué tendencias de innovación destacaría ahora mismo en el sector biotecnológico?

Una tendencia del sector salud es el desarrollo de tratamientos personalizados, eficaces y seguros. En este sentido, la investigación en terapias avanzadas (terapia génica, terapia celular e ingeniería tisular) ayudará a desarrollar la medicina del futuro, personalizada y de precisión. Tendrá un gran impacto en el tratamiento de enfermedades como las oncológicas, neurodegenerativas (ELA, Alzheimer, Parkinson), cardiovasculares (ictus, isquemia), de alta prevalencia como la incontinencia y la artrosis, o las enfermedades raras de base genética. En cuanto a la bioeconomía, es clave seguir avanzando en el desarrollo de biorrefinerías. La mejora de las enzimas y microorganismos utilizados en los bioprocesos, la búsqueda de nuevos procesos biotecnológicos de valorización de subproductos y residuos, la obtención de nuevos bioproductos de alto valor añadido, así como trabajar en la mejora de las funcionalidades de los bioproductos, son algunas de las áreas de mayor interés del sector.

¿Qué oportunidades tiene Andalucía en bioeconomía?

La bioeconomía es un modelo económico basado en la producción y uso de recursos biológicos renovables para su transformación sostenible y eficiente en bioproductos, bioenergía y servicios para la sociedad. Se trata de una nueva forma de producir y consumir que puede dar respuesta a los retos medioambientales y sociales y, al mismo tiempo, generar nuevas oportunidades para la creación de empleo. Andalucía posee un potencial único para el desarrollo de la bioeconomía, debido a la importancia del sector agrícola y agroalimentario. La región cuenta con millones de toneladas de residuos o coproductos derivados de los sectores del olivar, la horticultura y la biomasa algal, que pueden aprovecharse para generar bioproductos y bioenergía.

¿Le gustaría destacar algún proyecto liderado por CTA en este ámbito?

Sí, estamos muy ilusionados con el proyecto ATRESBIO para apoyar el despliegue de la bioeconomía en Andalucía. ATRESBIO analizará las capacidades andaluzas para la bioeconomía en los sectores del olivar, la horticultura y la biomasa procedente de las algas. El proyecto está financiado por la Consejería de Economía, Conocimiento, Investigación y Universidad de la Junta de Andalucía con fondos provenientes del Programa Operativo FEDER de la UE. Se busca maximizar la competitividad del tejido industrial andaluz, el crecimiento económico y la generación de empleos asociados a sectores de alto valor añadido para la región, como la agricultura, la energía y la agroindustria. ATRESBIO cuenta con la colaboración de dos grupos de investigación subcontratados de la Universidad de Jaén y la Universidad de Granada, expertos en la biomasa del olivar y en la valorización de subproductos de agricultura, respectivamente.

 

BIO
Licenciada en Biología y Doctora en Ciencias (Programa Bioquímica y Biología Molecular), Carmen cuenta con más de 20 años de experiencia en el sector de la biotecnología aplicada a sectores como la salud, alimentación, agroalimentación o bioeconomía. Ha trabajado en empresas como Puleva Biotech, Neuron Biopharma o Neol Biosolutions. Es autora de más de 20 publicaciones científicas en revistas internacionales y capítulos en libros y coinventora de cinco familias de patentes relacionadas con bioprocesos industriales.

 

Manuel Bellido

 

Entrevista incluida en la edición de marzo de Agenda de la Empresa