“Caminamos hacia una economía donde aspectos como el conocimiento y la tecnología tendrán, y tienen ya, un peso específico”. Son palabras del consejero de Economía, Innovación, Ciencia y Empleo de la Junta de Andalucía, José Sánchez Maldonado, con el que analizamos el desarrollo exponencial de las tecnologías en la Comunidad

 

Agenda de la Empresa: En 20 años, viviremos en un mundo muy distinto, tenemos que llegar preparados. ¿Estamos preparados en Andalucía para los cambios que vienen?  ¿Cómo cree que podemos prepararnos mejor?

Manuel Bellido junto a José Sánchez Maldonado
Manuel Bellido junto a José Sánchez Maldonado

José Sánchez Maldonado: En Andalucía tenemos importantes retos que superar. La recuperación de la economía y el desempleo son asuntos prioritarios para el Gobierno andaluz. Por ello, la Junta de Andalucía está haciendo grandes esfuerzos por desarrollar políticas que estimulen el crecimiento y el empleo, y que mantengan lo que tanto esfuerzo nos ha costado lograr: el Estado del Bienestar y los derechos sociales. Caminamos hacia una economía donde aspectos como el conocimiento y la tecnología tendrán, y tienen ya, un peso específico. El dinero público tiene que ser invertido con eficacia y eficiencia, respaldando tanto a nuestros sectores tradicionales, con gran potencial, y también aquellos emergentes capaces de generar empleo sostenible y de calidad. Nuestra estrategia, más allá de paliar la situación derivada de la crisis, se centra en revaluar nuestros activos, es decir, nuestras personas, nuestras infraestructuras y nuestras empresas, y fortalecer el modelo productivo andaluz, en clave de competitividad, sostenibilidad y bienestar social.

A.E.: ¿Qué está haciendo su Consejería para facilitar el desarrollo exponencial de las tecnologías en Andalucía?

J.S.M.: Sin duda, una de las líneas de trabajo más importante es el impulso y apoyo a los parques tecnológicos. Actualmente contamos en Andalucía con once tecnópolis, que albergan más de 1.300 empresas e instituciones con gran implicación de las TIC, telecomunicaciones, ingeniería aplicada… Se trata de espacios de innovación en los que la colaboración empresarial, la transferencia de tecnología y el emprendimiento son una constante. Un ejemplo claro de cómo la economía del conocimiento funciona, incluso en tiempos de crisis. Otra fórmula de potenciar el desarrollo y explotación de la tecnología es facilitando la creación de empresas de base tecnológica, ligadas al conocimiento generado en las Universidades y centros de investigación. La Consejería, a través de la Agencia IDEA, mantiene desde 2004 un programa bautizado como Campus Plus, al amparo del cual se han creado 163 empresas de base tecnológica y generado más de medio millar de puestos de trabajo de alta cualificación. Se trata de dos líneas de trabajo que se ven complementadas con otras iniciativas y actuaciones para impulso tecnológico, de carácter transversal y que abarca a toda una estrategia del Gobierno. Y no quiero dejar de subrayar el último hito. La presidenta de la Junta ha firmado recientemente un convenio con el presidente de Telefónica, César Alierta, que promueve el emprendimiento desde la innovación, que facilita herramientas a los nuevos emprendedores para que sus ideas y sus proyectos salgan adelante dentro de una plataforma que se llama Andalucía Open Future y que lleva aparejada además la activación de mil becas en el sector tecnológico.

A.E.: ¿Existe algún plan para la transferencia del conocimiento y las tecnologías?

J.S.M.: En Andalucía siempre hemos tenido un plan y lo seguimos teniendo de cara al futuro. Fuimos una comunidad pionera en el desarrollo de un sistema regional de I+D con el Programa de Política Científica que se aprobó en 1984. Esta visión estratégica se ha mantenido desde entonces hasta ahora, momento en el que nos toca revisar el Plan Andaluz de Investigación, Desarrollo e Innovación (PAIDI), vigente entre 2007 y 2013, y diseñar el camino que queremos recorrer con la vista puesta en 2020. En él jugará nuevamente un papel fundamental la transferencia del conocimiento. La Comunidad ocupa desde 2002 el tercer lugar nacional en cuanto a gasto anual en I+D, con 1.480 millones de euros, por detrás de Madrid y Cataluña. Su tejido empresarial cuenta actualmente con el apoyo de diez universidades públicas, cerca de 30.000 investigadores y alrededor de 2.200 grupos de investigación, entre otros recursos. A ello se unen nuestros 11 parques tecnológicos, así como 18 centros tecnológicos, seis centros tecnológicos avanzados y diez de innovación tecnológica. Estas cifras refrendan el compromiso del Gobierno andaluz en esta materia, responsabilidad y obligación que se ve de nuevo reflejada en la nueva estrategia que se está diseñando hasta el horizonte de 2020.

A.E.: Muchos especialistas afirman que el éxito académico es más probable cuando los estudiantes logran mirar más allá de su propio campo y empiezan a colaborar, estudiar y comprender el trabajo de los demás. ¿Es posible inspirar en nuestras Universidades este modelo de preparación?

J.S.M.: La formación universitaria es, por naturaleza, multidisciplinar. Un graduado debe salir de las aulas no sólo con un amplio conocimiento de su materia en particular sino con una visión global y amplia de la realidad que la rodea. Se me ocurren pocas profesiones donde, para hacer las cosas bien, no sea necesario trabajar en equipos mixtos. Como extensión de esto, los planes de formación de las universidades son también plurales, tanto en materias como en ámbitos de estudio.

A.E.: ¿A qué nivel estamos en Andalucía en Biotecnología, Nanotecnología, Inteligencia Artificial, Robótica, Neurociencia y Medicina Personalizada?

J.S.M.: Me consta que en todas se está haciendo un buen trabajo y contamos con profesionales de prestigio internacional con estudios de vanguardia. El sector ‘Bio’, por ejemplo, tiene gran proyección y solidez en Andalucía. La Comunidad lleva tres años liderando el ranking nacional de creación de empresas biotecnológicas. La región se encuentra, además, muy bien posicionada en el mercado de bioproductos, una línea emergente prioritaria en la política industrial europea de los próximos seis años. La docencia y la investigación que estamos llevando a cabo en este campo nos permiten abrir la puerta a una industria de futuro valorada en billones de euros, y sustentada en la fabricación de productos con alto valor añadido que suponen riqueza para nuestra tierra y, por ende, generación de empleo.

A.E.: ¿Existen incentivos para la actividad desarrollada por los Grupos de Investigación no universitarios?

J.S.M.: La mayor parte de la ciencia que se genera en Andalucía lo hace en el seno de la Universidad. Pero existe una parte de la producción científica, en torno al 30%, que la realizan grupos no universitarios. Todos ellos pueden optar, por supuesto, a convocatorias de financiación e incentivos para los Agentes del Sistema Andaluz del Conocimiento.

A.E.: ¿Qué porcentaje de mujeres participan en labores de investigación en Andalucía?

J.S.M.: Hoy por hoy, podemos decir que cuatro de cada diez personas implicadas en la I+D andaluza son mujeres. Nos situamos en la media nacional, pero hay que seguir trabajando. Las políticas transversales de igualdad, presentes por ejemplo en el Modelo de Financiación Universitaria o en el propio PAIDI, están contribuyendo a corregir esta desviación histórica. Esta realidad se observa con claridad en el sector público, donde la representatividad asciende hasta el 45%. Si bien, la I+D empresarial tiene aún esta asignatura pendientes, pues las mujeres suponen apenas sólo el 29%.

A.E.: ¿Cuenta Andalucía en la actualidad con Agentes de Generación de Conocimiento?

J.S.M.: En nuestra Comunidad contamos con un concepto más amplio: los Agentes del Sistema Andaluz del Conocimiento. El saber, además de generarlo, hay que transmitirlo y aplicarlo. Por ello, hemos construido un sistema en red, donde a las Universidades y otros organismos públicos de investigación se suman los parques y centros científico-tecnológicos, el tejido productivo y las entidades de transferencia y divulgación. En total son 216 las piezas que componen este puzzle con el que estamos construyendo en Andalucía una sociedad basada en el conocimiento.

A.E.: ¿Alguna novedad en cuanto a nuevos planes que se pondrán en marcha en 2014?

J.S.M.: Debemos ver el 2014 como un año de transición y cambio. Se culminan los planes estratégicos en materia de I+D y comienzan los nuevos. En Europa, con Horizonte 2020, y en Andalucía, con el PAIDI 2014-2020, aprendemos de todo lo recorrido y nos nutrimos de ello para marcar nuevos objetivos, y vías para alcanzarlos. La especialización inteligente, o RIS3, es a día de hoy una de las claves. Invertir los recursos en aquellos sectores en los que somos buenos y en aquellos en los que tenemos opciones de destacar. Actualmente estamos trabajando en este ámbito, y próximamente se cerrarán tanto el nuevo plan de investigación como la estrategia andaluza de especialización inteligente, que impulsará la innovación como factor de crecimiento y como base para una reorientación del modelo productivo en Andalucía, mediante la identificación de áreas y prioridades de especialización.

Manuel Bellido