Una buena gestión -de calidad- en una empresa, debe considerar detenidamente el amplio campo de actividades que los seguros puedan merecer aplicación y la mejora que esa aplicación pueda significar para atraer a más clientes. En estos términos hablaba con Don Contradictorio.

– Pues yo te digo -me contestó- que eso de los seguros lo que hace es encarecer las ofertas, y los seguros -en la práctica- para nada sirven.

– Es esa una opinión bastante extendida y quizás se justifique porque las compañías de seguros no hacen ver la importancia de su actividad o porque aplican tarifas muy elevadas y reducen así su posible numerosa clientela. En España estamos aún atrasados en relación con otros países europeos y no digamos si nos comparamos con los EEUU o Canadá, en la utilización de los seguros.

Un amigo pidió ofertas para una mudanza de ciudad a ciudad. La más barata era una que para nada había considerado el seguro. El amigo optó por la que incluía el seguro. Le salió bien porque le compensaron por deficiencias en la manipulación. Lo mismo puede suceder en el transporte y entrega de equipos. En otras actividades en las que se utilicen grúas estar protegidos por un seguro es fundamental. Así te mencionaría prácticamente todo tipo de montajes. En algunos casos los seguros son preceptivos.
– Sí, sí, todo lo que quieras, pero para mí, las que hacen el negocio son las aseguradoras. Se forran a ganar dinero.

– No soy yo el que te va a contradecir, porque sí ganan dinero… menos cuando hay una catástrofe que en casos pierden hasta el gorro. Te diré que cuando hago un seguro lo que deseo es que no tenga que usarlo. Pero asi estoy yo más tranquilo y mi cliente también. Eso de los seguros es algo parecido de lo que se hace al llevar el paraguas aunque han anunciado que no va a llover, pero está medio nublado.

– Para mí -contestó Don Contradictorio- los que se cubren con seguros es que “son gafes”.

Y con ese su equivocado criterio, se quedó “tan pancho”.

Es evidente que con gestores de empresa con esta mentalidad a “la antigüita” las compañías de seguros debían hacer un esfuerzo de convencimiento y con ejemplos y números en la mano demostrarles la conveniencia de asegurar muchas de las actividades de sus empresas en las que los riesgos no son grandes pero que pueden afectar a la cuenta de resultados, por las pequeñas pérdidas que sufren. Pero también puede afectar y es lo más importante, al buen nombre de la empresa. La gestión de calidad va por la senda de usar los seguros donde sea necesario y dar así garantías al cliente.

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