Innovación e internacionalización forman parte de los mantras que se repiten en todos los foros empresariales para impulsar la recuperación económica. De lo que quizás todavía no se es suficientemente consciente es que son dos herramientas estrechamente vinculadas. No es ya nada nuevo que hay que mirar más allá de las fronteras para garantizar la viabilidad de un negocio: las nuevas tecnologías han reducido el planeta a un único mercado global y nuestros productos y servicios sólo pervivirán si tienen demanda, es decir, si son capaces de competir frente a sus similares procedentes de cualquier rincón del mundo. Para ser competitivo en este entorno, hay que ofrecer algo diferente a los demás y la innovación es una de las vías para conseguir esa diferencia desde el punto en que innovar es aplicar el nuevo conocimiento generado para conseguir nuevos o mejores servicios y productos o mejores maneras de producirlos.

 

Al mismo tiempo, la innovación está cada vez más indisolublemente ligada a la internacionalización del negocio. El conocimiento que necesita mi empresa no siempre está en la Universidad o centro de investigación más cercano y el socio tecnológico o financiero más adecuado a mi modelo de negocio no tiene por qué necesariamente hablar mi idioma. Además, los programas públicos de financiación de la innovación trascienden las fronteras españolas y nos llevan al escenario europeo, cuando no global.

 

Corporación Tecnológica de Andalucía (CTA) es consciente de todo ello y prepara el terreno para acompañar a las empresas en el camino de la internacionalización de la innovación. Tras su acreditación como Centro Tecnológico Avanzado, CTA ha evolucionado a lo largo de los últimos tres años hacia un nuevo modelo orientado a ser referente en transferencia de tecnología y a la prestación de servicios empresariales relacionados con la innovación.

 

Joaquín MoyaPor supuesto, CTA ha mantenido su actividad financiadora de proyectos como clúster de innovación. En sus nueve años de vida ha financiado ya 525 proyectos empresariales de I+D+i en colaboración con grupos de investigación universitarios, ha movilizado más de 400 millones de euros y, lo que es más importante, ha ayudado a muchas empresas a iniciarse con éxito en la aventura de la innovación. Según el estudio ImpaCTA, elaborado por CTA en colaboración con Deloitte para medir el impacto de los proyectos de I+D+i financiados, el 90% de las empresas han incrementado su inversión en I+D+i tras recibir financiación de CTA y el 77% ha profesionalizado su gestión. Entre los nuevos grandes retos para la Corporación, destaca ahora la voluntad de ayudar a todas esas empresas innovadoras a seguir creciendo y elevar sus miras más allá de nuestras fronteras.

 

Una de las mayores apuestas de la Corporación para 2015 se centra en la prestación de servicios de identificación de mercados emergentes y de internacionalización. Desde la elaboración de informes de oportunidades exteriores en tecnologías y mercados hasta estudios de estrategia (productos, mercados, canales y alianzas), pasando por orientación y asesoramiento en solicitudes de incentivo (I+D+i, cooperación bilateral y multilateral, cooperación al desarrollo, etc.), acompañamiento y apoyo institucional o dirección estratégica de consorcios y proyectos trasnacionales.

 

CTA cuenta con personal cualificado en la gestión de proyectos europeos, la detección de oportunidades en el ámbito internacional y la capacidad de lobby por su experiencia y sus contactos. El 70% del personal técnico tiene experiencia en la presentación de proyectos al VI PM (2002-2006) y más del 80% al VII PM (2007-2013), que son los programas europeos previos a Horizonte 2020. Además, todo el personal técnico de CTA está inscrito en la base de datos de la Comisión Europea como expertos evaluadores para sus temáticas sectoriales.Horizonte 2020 (H2020), con 78.600 millones de euros de presupuesto para el próximo septenio, es uno de los instrumentos clave de la Unión Europea  dentro de su nuevo escenario estratégico 2014-2020 (Europa 2020) para relanzar, a través del liderazgo en I+D+i y su puesta en valor, la competitividad y crecimiento del tejido industrial europeo y la inducción acelerada en la creación de empleo.

 

Pero este no es el único escenario de oportunidades, hay muchos otros programas europeos e internacionales que pueden ayudar a nuestras empresas en esa carrera de competitividad.

 

Las empresas andaluzas deben prepararse para competir por la financiación europea en un nuevo entorno de cooperación y consorcios internacionales que es a la vez un reto y una oportunidad para internacionalizarse. Son tiempos difíciles, pero la I+D+i es sin duda una de las llaves para la recuperación de una economía sólida y competitiva.

 

Joaquín Moya Angeler

Presidente de Corporación Tecnológica de Andalucía (CTA)