El origen de la agricultura ecológica se sitúa en Austria en 1924 de la mano del filósofo Rudolf Steiner y su agricultura biodinámica

Sin título-1En España esta corriente no entra hasta la década de los setenta, estando al principio en manos de asociaciones ecologistas y movimientos alternativos. Su regulación legal empieza en 1989 con el Reglamento de Denominación Genérica “Agricultura Ecológica” y su Consejo Regulador, hasta la aparición del Reglamento (CEE) nº 2092/91 sobre la producción agrícola ecológica y su indicación en los productos agrarios y alimentarios.

Este Reglamento define la agricultura ecológica como aquella que cumpliendo las condiciones de sus Anexos I y II, aplica únicamente, en cuanto a fertilizantes, enmiendas de suelo, protección de cultivos y prevención o cura de las enfermedades del ganado, los productos y remedios, de origen natural, recogidos en el Anexo III.

En 1993, el Real Decreto 1852/1993 traslada dicho Reglamento a la legislación española. Y en el Reglamento (CE) nº 2078/92 sobre métodos de producción agraria con las exigencias de protección del medio rural, la Administración nacional dispuso un sistema de ayudas, dentro de las medidas “agroambientales” de la Política Agraria Común (PAC) de la UE, recogidas en el  Reglamento (CE) nº 1257/99, para dar apoyo e impulsar un sector considerado cada vez más relevante.

Pero la agricultura ecológica (también llamada orgánica) puede definirse de forma más amplia, en tanto en cuanto conlleva, desde su origen, una componente ideológica. Así, las definiciones de la Federación Internacional de Movimientos de Agricultura Ecológica y el Codex Alimentarius hablan sobre principios de calidad y seguridad alimentaria, independencia o soberanía del agricultor en cuanto al empleo de insumos, salud del suelo y equidad socioeconómica, entre otros. Estas definiciones, aunque menos concretas, responden mejor al concepto que la sociedad, cada vez más urbanizada y alejada de la tierra que la alimenta, tiene de esta actividad. La agricultura ecológica aparece como respuesta a una preocupación creciente por la alimentación sana, el respeto al medio ambiente y, en general, la sostenibilidad.

Finalmente, el término “agroecología” resulta de analizar la actividad agrícola (y ganadera) como el conjunto de complejas relaciones de un ecosistema. Adquieren entonces vital importancia los ciclos de cada uno de sus componentes, vivos (cultivo, ganado, plagas y agente patógenos, flora adventicia…) e inertes (minerales). Se trata de una serie de metodologías para la producción agrícola y ganadera alternativas a lo llamado convencional. Me gustaría recomendar a este respecto el manual práctico “El ABC de la Agricultura Orgánica y harina de rocas” de Jairo Restrepo, experto contemporáneo en el tema y activo extensionista y formador de productores ecológicos.

Al igual que hay dos definiciones, también se han materializado dos tipos principales de agricultura ecológica. La primera, llamada de sustitución, implica una adaptación de la producción ecológica al sistema productivo y comercial convencional, es decir, se sigue trabajando grandes extensiones y vendiendo al supermercado, simplemente sustituyendo los insumos convencionales por aquellos permitidos por la legislación. Esto ya supone una mejora tanto en la economía del productor, que accede a mejores precios y a las ayudas de la Administración como en la salud del consumidor, cuyo alimento gana en muchas ocasiones en calidad organoléptica, y está certificado como libre de residuos de químicos de síntesis.

La segunda incluye la dimensión ideológica (el productor está verdaderamente concienciado de la necesidad de ejercer una actividad que cuide el medioambiente) y socioeconómica, vuelve al pasado, en el sentido de que el consumidor y el productor se esfuerzan por conocerse, por acortar la cadena comercial y hacer de la alimentación no una necesidad, sino un disfrute. En definitiva, se vuelve a reforzar el vínculo del hombre con su naturaleza, con la tierra que le da de comer.

 

Manuel López López

Experto en Agricultura Ecológica