Sin título-1No hace falta ir a Harvard para encontrar trabajo, lo dan empresas. Y para que haya empresas hace falta espíritu emprendedor y ¿para que funcionen? liderazgo, innovación, talento, ética, perseverancia… y poco más, porque los medios, cuando hay proyecto, salen.

Así de simple y así de claro, miren ustedes. Uno posee cierta experiencia en el mundo laboral, solo 51 años de trabajo, alternados con formación, porque soy de los que creo que lo que aprendes debes compartirlo para que no se pierda.

Me identifico con la Formación Profesional. Desde que en mi Manresa natal iniciara mis primeros pasos laborales como aprendiz mecánico, mientras aprendía peritaje industrial y después como Orientador Laboral en mi comunidad, en Andalucía y en otras. Mi libro “Búscate la vida” ya en 5º edición, va de saber buscar trabajo pero, sobre todo, de encontrar el que mejor se ajusta a nuestras competencias, porque aquí se trata de encajar oferta y demanda, o sea, puesto con perfil.

Creo que tenemos muchos problemas pero el más grave es la falta de sentido común, carencia  histórica en este país, más ocupado en conquistar que en mantener, en criticar que en comprender y en buscarse la vida, más que en encontrarla y no hay más. Tenemos un sistema educativo ni bueno ni malo, simplemente extemporáneo, porque ahora, más que el maestro y el pupitre, hay que buscar el encuentro entre alumno y maestro, buscando un aprendizaje más contextual que les ayude a  autogestionarse, porque en el futuro habrá que trabajar por  proyectos y autoemplearse.

Es absurdo que sociedad, padres y maestros sobreprotejan al alumno: hay que dejar que cometan errores y fomentar la iniciativa y el trabajo grupal. Hay empresarios de éxito como Steve Jobs, Amancio Ortega y otros  que no han necesitado ser universitarios para triunfar, o sea que menos manías con los másteres y los grados. Naturalmente, es buena la cultura y la formación, pero solo para conocerse y elaborar criterio personal que, unidos a valores como el esfuerzo, la ética, la constancia y la dificultad, pueden llevarnos a una generación de jóvenes capaces de evolucionar y revolucionar el mundo del trabajo, siendo artesanos en lo que saben hacer. A eso se le llama oficio, ésta es la grandeza de la FP, enseñar un oficio; otra cosa es que se aprenda, que solo depende de la práctica.

Cuando hemos empezado a hablar de Formación Dual, la mayoría de empresarios han salido corriendo y es normal, porque no se ha explicado bien, no estamos en Alemania, ni Francia y la gente no está acostumbrada a formarse y ser evaluada en el trabajo. Pero estoy convencido por experiencia- toda mi formación la he llevado trabajando- y es lo que prefieren las empresas. Aquí la mentorización no se ha aplicado en las últimas décadas y el coaching  la gente no lo entiende, y prefiere lo práctico y los empresarios, básicamente pymes, que son el 90 % del país, no están para perder tiempo.

A menudo “no hay empleos” porque no se crean ni se buscan donde hay que buscar. Hay jóvenes que  esperan ser “encontrados” solo porque tienen dos carreras, dos masteres y hablan inglés, pero ésto no es suficiente. Las empresas no quieren gente que sepa, sino que además, tenga ganas de hacer; no podemos permitirnos que haya más de 20.000 plazas de comerciales (Inf. Randstad 2014) que no se cubran. ¿Y  nuestro tradicional espíritu vendedor?

Prefiero mil veces aquel camarero de Fuengirola que me “vende” unos boquerones victorianos, que la mejor “Carta-Menú” de España, con  pergamino y cordón dorado que me entrega un camarero con librea y máster, pero incapaz de sonreírme. No nos engañemos. La vida, está ahí fuera y mientras muchos están llorando, otros están creando una fábrica de pañuelos.

 

Miquel Bonet

Abogado, profesor, autor de “Búscate la vida”