Rentabilizar una aplicación no es fácil, pero tampoco imposible si se tiene bien definido el modelo de negocio y el plan de lanzamiento y promoción. Desde Quadram, compañía experta en desarrollo de Apps y Tech Angel en varias Start-ups, afirman que “para sacar el máximo provecho de una aplicación hay que conocer los tipos de pagos por los que se puede cobrar, cuáles son los objetivos del negocio a corto y largo plazo y estar al tanto de las tendencias de consumo de los usuarios”.

Para descubrir la mejor manera de ganar dinero con una aplicación lo primero es conocer las principales formas que existen de monetización:

protect-665088_1280– Establecer coste por descarga. Es el modelo más primitivo, ya que da la seguridad de contar las descargas por ingresos. Con este sistema es muy sencillo calcular la rentabilidad que supone cada usuario, pues básicamente es la diferencia entre el coste de captación y los ingresos por descarga. Sin embargo, a los usuarios les gusta lo free, por lo que puede ser una opción arriesgada, teniendo que ofrecer un valor real al usuario para que no le defraude. Los precios están pre-establecidos, el desarrollador se ajusta a los rangos establecidos por los markets y el reparto de ingresos están en torno al 70% para el desarrollador y 30% para el market.

– Incluir publicidad en la App. Es un modelo bastante impopular entre los usuarios debido a lo molesta que puede ser alguna publicidad. La clave en este modelo es seleccionar qué tipo de medición nos interesa según nuestro contenido y funcionalidad: CPM, CPC, CPA…

– Modelo freemium. Es una de las mejores opciones. En ella se ofrece una versión gratuita, con una buena muestra de las capacidades y sus funcionalidades. Si los usuarios se enganchan puedes hacerles ver el valor diferencial que les aporta la versión de pago y obtener beneficios.

– In App Purchases. A partir de una App gratuita, y con un contenido limitado, se ofrece a los usuarios contenido extra por el que tienen que pagar. Al implementar este modelo contamos con la ventaja de tener al usuario en nuestro entorno y a solo un “click” de efectuar el pago.

– Gestión de Comunidades y Usuarios. Formar una comunidad de usuarios fieles a tu App es un activo muy importante. Una vez tenemos esto, que no es nada fácil, el siguiente paso es conseguir una serie de marcas (clientes) que quiera impactar sobre nuestra comunidad de usuarios y ponerle un coste adecuado.

– Patrocinio. Puede que tu App resulte interesante para que una empresa quiera patrocinarla y convertirse en su imagen de marca. Dicha compañía puede abanderar solo el lanzamiento de tu App porque le interese esa exclusividad, o bien desear un patrocinio más duradero en el tiempo. Es una buena opción, ya que muchas firmas prefieren este modelo antes que publicitarse mediante anuncios. No obstante, esta opción nos limitaría a ese patrocinador.

– Movilizar lo offline. La penetración masiva de los dispositivos móviles y la necesidad que tenemos de tener el móvil cerca en todo momento ponen a nuestro favor unas condiciones muy positivas para tratar de vender nuestros productos no digitales. Como las compras de estos productos o servicios no suponen un bien digital, no implica un gravamen sobre los markets y el 100% de la facturación es para el negocio. Se trata, básicamente, de un nuevo canal de venta, como lo fue la web en su momento.

– Vende tu App a otra empresa. Logrando que tu App sea conocida, que destaque por su funcionalidad y/o novedad, que tenga un extenso volumen de usuarios, etc., tendrías la opción de que una gran empresa la adquiriera. Un buen ejemplo podría ser la compra de Instagram por parte de Facebook.