Soy de la opinión de que, durante los próximos meses, viviremos un repunte en la demanda de profesionales cualificados, como no se producía desde el año 2008. ¿En qué me baso para hacer esta afirmación?
Antes del inicio de la crisis veníamos de un largo período de crecimiento económico. En estos escenarios, donde las empresas todos los años crecen sobre los resultados del año anterior, tienden a recargar sus estructuras de personal, ya que están más preocupadas en hacer crecer el negocio que en optimizar los recursos. Pero, ¿qué ocurre cuando el crecimiento se detiene? Pues que las organizaciones cambian su prioridad y empiezan a sacar adelante sus cuentas de resultados optimizando los gastos que han ido acumulando durante los años de bonanza.
Desde el comienzo de la crisis económica, las empresas han vivido una situación de recortes continuos; aquellas que han sobrevivido, lo han hecho a base de reducir costes, y uno de los más usuales es la reducción de estructura de personal. Durante estos años he tenido la oportunidad de observar cómo estos recortes de plantilla se producían tanto en empresas y sectores que estaban padeciendo los rigores de la crisis económica, como en otras empresas que a pesar de que su actividad no se veía afectada por la crisis, también recortaban plantilla afectadas por una suerte de contagiosa tristeza empresarial.
Ahora bien, desde hace ya algunos meses estamos observando una continuada tendencia positiva en los indicadores macroeconómicos de nuestro país, y más concretamente en la actividad de nuestras empresas dentro y, sobre todo, fuera de España. ¿Qué nos está ocurriendo?, que la crisis ha sido tan larga y ha castigado tanto a las estructuras de personal de las empresas, que nos encontramos con la oportunidad de hacer crecer nuestro negocio, pero no tenemos a las personas necesarias para hacerlo.
Estoy convencido que esta mezcla de crecimiento empresarial y estructuras de personal raquíticas hará que la demanda de empleo cualificado en nuestro país pueda vivir una situación casi olvidada por mucho de nosotros. Como suele ocurrir, las dificultades las encontraremos más en el empleo cualificado que en el no cualificado. A pesar de que hay magníficos profesionales que por mor de la crisis hoy están en desempleo, el período de adaptación que necesita un trabajador cualificado para cumplir con solvencia su cometido en el trabajo es muy elevado.
Soy consciente de lo difícil que ha resultado a todas nuestras empresas reducir personal durante estos años, y que hay una natural resistencia a volver a contratar con la alegría que se hacía a principios de siglo, pero si no somos valientes y optamos por reforzar nuestras plantillas, puede ocurrir que no seamos capaces de captar las oportunidades de negocio que el previsible cambio de ciclo económico nos pueda ofrecer.
Pedro Guanche Godoy
Director División de Operaciones – Cecofar
Coordinador Área RR.HH. en programas MBA-Escuela de Organización Industrial (EOI)
