En tres continentes se han producido turbulencias económicas en las últimas semanas. Por una parte Grecia arriesgando de salir del Eurogrupo, China que veía crecer una peligrosa burbuja bursátil y Puerto Rico con los problemas de pago con EE.UU.
El contagio financiero parece haber sido contenido por varias razones. Los bancos del resto del mundo tienen una exposición limitada a la deuda griega, china y puertorriqueña; los inversionistas globales ya habían abandonado Grecia, y sus inversiones en la bolsa china siempre las hicieron con limitaciones. La UE ha levantado un muro para aislar al resto de Europa de una salida de Grecia del euro.
La mayor parte de los analistas internacionales están de acuerdo en que las repercusiones de lo que está pasando serán imperceptibles en relación a las consecuencias de la crisis en septiembre de 2008.
Despejado el peligro de que se produzca un contagio financiero, queda la incógnita del posible contagio que se pueda producir en el ámbito político y económico.
