Los cambios estructurales propiciados por la globalización de la economía, la revolución tecnológica y la sociedad del conocimiento están favoreciendo la aparición de nuevos elementos dentro del sistema productivo: el fomento de la cultura emprendedora, las nuevas profesiones emergentes y el aprovechamiento de sinergias de los sistemas de innovación, entre otros.

Cada día se produce una mayor cantidad de contenidos y servicios digitales, se automatizan más procesos, y los trabajos que requieren competencias digitales crecen más rápidamente que las ocupaciones sin esas exigencias.

Manuel OrtigosaLa Comisión Europea calcula que las competencias digitales de casi la mitad de la población de la UE son insuficientes. Sus previsiones también indican que el 90% de los puestos de trabajo requerirán, en mayor o menor medida, esas competencias en los próximos cinco años. Son razones suficientes para que la propia Comisión haya decidido promover estas competencias como una de las medidas necesarias para completar el Mercado Único Digital, una estrategia que prevé una contribución potencial de 415 mil millones de euros al año a la economía europea y cientos de miles de puestos de trabajo.

La brecha de competencias digitales afecta directamente a la empleabilidad, a la productividad y a la innovación y, por tanto, es una amenaza real para el crecimiento social y económico de nuestra región.

La Consejería de Empleo, Empresa y Comercio está uniendo fuerzas con el sector privado para ganar escala y experiencia para superar esta amenaza y maximizar el potencial de las tecnologías en el conjunto de la sociedad andaluza. Gracias a esta colaboración, cientos de jóvenes demandantes de empleo han podido formarse en perfiles de empleos que no existían hace unos años. Igualmente, está sirviendo para impulsar nuevos entornos de emprendimiento que aprovechan las oportunidades que ofrecen Internet y las tecnologías digitales. Con los programas Andalucía Compromiso Digital en los municipios andaluces mayores de 20.000 habitantes, y Guadalinfo en los menores de esa cifra, estamos conjugando las actuaciones en materia de sensibilización y alfabetización digital con otros cursos de capacitación digital más avanzados, periódicamente adaptados a las competencias y perfiles profesionales más demandados en el mercado laboral.

La oferta formativa que ofrecen ambas iniciativas utiliza el Marco de Competencias Digitales Europeo (DIGCOMP) como guía metodológica para identificar el nivel de competencia de las personas que participan en los cursos y proponer el itinerario formativo más adecuado a sus necesidades.

A ello, habría que incorporar un adecuado sistema de acreditación de dichas competencias que permita el reconocimiento de las competencias adquiridas y favorezca la empleabilidad de las personas que lo acrediten.

Mientras tanto, contamos con un programa de contenidos diverso, dinámico y concebido con un sentido funcional, como capacitación orientada hacia el empleo y el desarrollo profesional, pero que no pierde de vista que la competencia digital es una competencia transversal para adquirir otras fundamentales que estimulan el pensamiento crítico y reflexivo respecto a la información, y capacitan para el aprendizaje a lo largo de toda la vida, tan necesario para trabajar, aprender y vivir en la sociedad del conocimiento.

 

Manuel Ortigosa Brun

Director general de Telecomunicaciones y Sociedad de la Información. Consejería de Empleo, Empresa y Comercio Junta de Andalucía