El objetivo principal de la Consejería de Economía y Conocimiento es elevar su propia denominación a paradigma real del modelo de crecimiento en Andalucía. La Economía debe ir de la mano del Conocimiento; el Conocimiento debe ser el sustento motor y transformador de la Economía.

No partimos de cero. Es ingente el trabajo ya realizado en el trazado de una hoja de ruta para la planificación económica en la comunidad, perfectamente alineada con la Estrategia Europea Horizonte 2020. Me refiero a la Agenda por el Empleo, dirigida a lograr una Economía Inteligente, sostenible e integradora, para la generación de altos niveles de empleo, productividad y cohesión social.

Y en ese camino hacia la especialización inteligente de nuestra región, la Estrategia de Innovación de Andalucía (RIS3) es fundamental. Esta estrategia tiene como objetivos orientar la política económica y movilizar las inversiones públicas y privadas hacia las oportunidades de desarrollo basadas en la innovación y en las oportunidades de especialización en base a sus recursos y su ubicación estratégica como región europea.

Economía Antonio Ramírez de Arellano LópezDebemos invertir en generar conocimiento y transferirlo a aquellos sectores económicos menos tradicionales en los que tenemos una posición de liderazgo y capacidad para alcanzarlo a medio plazo, con el empleo como objetivo primero y último de la política económica y de la acción del Gobierno andaluz.

Además de los sectores agroalimentario, turismo o salud, donde está constatada la fortaleza de nuestro tejido productivo, Andalucía tiene un alto potencial en el ámbito biotecnológico, en el de las Redes Inteligentes, la construcción sostenible o el transporte limpio, coincidentes con las líneas prioritarias de la política industrial de la Unión Europea.

Y hacia ahí nos debemos dirigir en la planificación de la oferta educativa, los nuevos títulos universitarios, el aprovechamiento del talento y el fomento del emprendimiento, de modo que sean nuestros próximos emprendedores y emprendedoras los que incorporen a nuestro modelo productivo nuevas actividades basadas en la innovación, que potencien la competitividad y la proyección internacional del tejido empresarial andaluz.

Para ello, debe ser crucial alinear esfuerzos entre todos los agentes del Sistema Andaluz del Conocimiento: involucrar a la universidad, a los parques y centros tecnológicos, a los centros de investigación, al tejido empresarial y a la sociedad en general, para propiciar que la innovación sea la principal fuerza impulsora del cambio.

Son irrefutables algunos de nuestros indicadores en referencia a nuestra labor innovadora y de investigación: el gasto total en I+D ascendió a 1.471,26 millones de euros, lo que representa el 1,04% sobre el PIB regional; Andalucía se mantiene como la tercera comunidad autónoma que más recursos invierte en I+D en términos absolutos, solo por detrás de Madrid y Cataluña; en nuestra comunidad, trabajan un total de 2.283 grupos de investigación, que acogen en torno a 25.000 investigadores, generando más de 13.600 publicaciones durante 2014 y solicitando 527 patentes, el 18,2% del total en el conjunto de las comunidades autónomas, situándose como la segunda región con mayor número de solicitudes de patentes, sólo por detrás de Madrid.

Estos datos, además, tienen su traslación directa a un tejido empresarial que gana progresivamente en capacidad y competitividad y que aumenta sustantivamente su gasto en I+D: el gasto de las empresas andaluzas en innovación fue de 873,9 millones de euros, un 0,8% más que en el año anterior, en un contexto de descenso generalizado en el resto de comunidades autónomas.

A todo lo anterior, hay que añadir además que los recursos europeos del nuevo marco 2014-2020 estarán orientados a la consolidación estructural de estas nuevas dinámicas económicas, proyectadas desde la Consejería de Economía y Conocimiento de forma transversal hacia todos los agentes implicados en este proceso de transformación. Así, los nuevos fondos europeos destinan el 40% del presupuesto consignado en el programa FEDER a potenciar la investigación, el desarrollo tecnológico y la innovación; mejorar la competitividad de las pymes; o mejorar las competencias profesionales y el aprendizaje permanente, según las prioridades previamente marcadas por el gobierno andaluz, en el marco de la citada RIS3, por lo que se prevé mejorar y aumentar los indicadores anteriores.

La meta es que la I+D+i propicie el aumento del tejido empresarial y de las iniciativas emprendedoras con la innovación como núcleo de su ADN para ganar dimensión e internacionalizarse, en un mercado capaz de originar nuevos e innovadores sectores de oportunidad generadores de más y mejor empleo. Junto a estas nuevas dinámicas económicas, y en el escenario del Conocimiento, estará la acción transformadora de una universidad  ágil ante los cambios, dinámica y eficiente, que apuesta por la formación en excelencia, la investigación de vanguardia y la Innovación como eje principal de todas sus actuaciones.

El Gobierno andaluz apuesta de forma decidida por la innovación como palanca de un modelo económico eficiente, generador de empleo competitivo y sostenible. La innovación se sitúa pues como el elemento de conjunción entre la Economía y el Conocimiento, el componente que convertirá ambos conceptos en equivalentes y simbióticos.

 

Antonio Ramírez de Arellano

Consejero de Economía y Conocimiento de la Junta de Andalucía