La Economía Digital es el resultado de la implantación de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) en la sociedad y de los efectos derivados de ello en todos los sectores económicos y en las actividades sociales y personales.
El Ministerio de Educación, Cultura y Deporte (MECD), al diseñar su política educativa, tiene la obligación de adaptarla a los requerimientos de la sociedad, con la finalidad de formar personas completas y dotadas de las competencias necesarias para afrontar todo tipo de retos, tanto presentes como futuros.
De esta forma, el proceso de digitalización que ha experimentado nuestra economía hace necesario, más que nunca, un diálogo entre la universidad y la empresa para generar un mayor valor para la sociedad.
En este entorno de volatilidad y rapidez en la generación de conocimiento, la formación excelente pasa por trabajar las competencias básicas destacadas como elementos fundamentales de aprendizaje. Una de ellas es, precisamente, la competencia digital, entendida como el uso creativo, crítico y seguro de las tecnologías de la información y la comunicación para alcanzar los objetivos relacionados con la empleabilidad, el aprendizaje, el uso del tiempo libre, la inclusión y participación en la sociedad.
Esta competencia imprescindible se ha potenciado por este Gobierno con carácter transversal en la Ley Orgánica de Mejora de la Calidad Educativa, potenciando su asimilación desde las etapas infantiles. Además, la competencia digital adquirida en las etapas educativas obligatorias puede ser el primer paso para formar expertos especializados en el mundo digital. De hecho, la Economía Digital y el entorno de las TIC ofrecen un mundo abierto, dinámico y generador de riqueza y empleo. De ahí que el desarrollo de la Economía Digital en Europa se plantee como uno de los objetivos de la Estrategia europea 2020, Crecimiento Inteligente.
En la actualidad, en España existen 71 universidades que ofertan titulaciones relativas a la electrónica y la economía digital, sumando una oferta formativa de 259 planes de estudios. Los más ofertados son el título de Ingeniería Informática que se imparte en 101 planes de estudios o el de Telecomunicaciones, en 60 planes de estudio.
Sin embargo, el sector de la Economía Digital demanda perfiles profesionales más especializados. Por ello, se está produciendo una transformación de la oferta formativa universitaria y cada vez más universidades ofrecen titulaciones relacionadas con este sector, como son el Grado en Ingeniería en desarrollo de contenidos digitales, el Grado en Animación, el Grado en Diseño Visual de Contenidos Digitales o el Máster en Programación de Videojuegos, entre otros.
La Comisión Europea ha estimado que solo hasta este año 2015 se generarán en la Unión Europea cerca de 900.000 oportunidades de empleo que no podrán cubrirse en su totalidad por falta de perfiles especializados en el sector. En España, el estudio “Oferta y demanda de profesionales en contenidos digitales”, realizado por el Observatorio Nacional de las Telecomunicaciones y de la Sociedad de la Información (ONTSI), calcula que existen carencias formativas en el ámbito de los contenidos digitales y que para adaptarse debe poner en marcha un programa ambicioso de formación y capacitación basado en el talento y la excelencia profesional en la Economía Digital.
La Economía Digital ha experimentado un desarrollo importante en los últimos años gracias, entre otras cuestiones, a los avances tecnológicos que se han ido introduciendo en los procesos productivos de las empresas y a la demanda de productos que tienen incorporada dicha tecnología.
Sin embargo el avance tecnológico ha sido más rápido que el emprendido por administraciones y universidades para adaptar la formación a las necesidades del mercado real.
Una vez más, de los tres pilares de la actividad universitaria, -docencia, investigación y transferencia de tecnología entendida ésta como relación con el mundo industrial y empresarial-, el último ha quedado relegado en las prioridades a impulsar por las administraciones.
Iniciativas como el Libro Blanco, dedicado a exponer los aspectos necesarios que deben contener las titulaciones universitarias en el entorno de la Economía Digital, son bienvenidas y muy necesarias.
El Ministerio de Educación, Cultura y Deporte se siente muy satisfecho de haber participado en su preparación, junto con otros organismos y entidades, tales como la Secretaría de Estado de Telecomunicaciones y para la Sociedad de la Información (SETSI), Red.es, ANECA y las principales asociaciones del sector, que desempeñan una importante labor directa e indirectamente, en el ámbito de la Economía Digital.
Con la actuación “formación para la excelencia”, cuyo resultado culmina en este Libro Blanco, se persiguen varios objetivos:
1. Mejorar el diálogo entre la industria y la universidad, ejerciendo la Administración General del Estado el papel de intermediario, con el objetivo último de que los perfiles de los oferentes de empleo se adecúen a los requisitos demandados por el mercado.
2. Facilitar el diseño y la evaluación de las titulaciones relacionadas con el sector de la Economía Digital.
3. Conseguir un efecto incentivador en relación con aquellas universidades que no han introducido este tipo de titulaciones.
Para ello, el comité de expertos que ha trabajado en la preparación del Libro, en el que por parte del Ministerio han participado tanto representantes de la ANECA como de la Subdirección General de Títulos y Cualificaciones Profesionales se han planteado las líneas básicas en las que se puede definir un grupo de perfiles afines al sector.
Estos perfiles se han relacionado con sus competencias y al mismo tiempo, se les han asignado una serie de contenidos con la intención de que sirvan de orientación a la hora de conformar nuevas titulaciones universitarias. Esa información, fruto de la investigación y el trabajo consensuado entre profesionales de la industria y de la universidad como piezas perfectamente definidas, llegarán a conformar en la mayoría de los casos las titulaciones que cada centro universitario puede proponer.
Con ello, se espera dinamizar la oferta actual de titulaciones, puesto que ya cuentan con una guía en la que están recogidas las necesidades y características de los perfiles de los futuros egresados. Esto supone lanzar al mercado nuevas titulaciones que incorporen dichas necesidades y, también, llevar a cabo las correspondientes modificaciones en aquellas que ya se estén ofertando para modernizarlas y acercarlas al mercado.
En este sentido, resulta necesario incentivar a aquellas universidades que todavía no hayan implantado estas titulaciones a que lo hagan, y ayuden de esta forma a satisfacer las necesidades que demanda una importante parte de la sociedad.
En este proceso, el Libro Blanco ofrece una doble utilidad. En primer lugar para las universidades, pues al suministrar una guía de las competencias que deberán adquirir los estudiantes que desean cursar las titulaciones facilita la elaboración de las memorias que deben presentar ante sus respectivas agencias de evaluación, y, en segundo lugar, para las propias agencias en el procedimiento de validación de las titulaciones relacionadas con un sector tan dinámico como el de la Economía Digital.
Por estas razones, el MECD ha participado con gran interés en la preparación de este Libro Blanco, apoyando desde sus inicios esta iniciativa, siendo miembro del Comité de Innovación de Ofertas Formativas Digitales (CIOFD) que se constituyó con la misión de impulsar el diálogo entre la industria y la universidad, adaptando la oferta de titulaciones en el ámbito de la Economía Digital a la demanda real del sector.
Decía Benjamín Franklin que la inversión en el conocimiento siempre paga el mejor interés. Por ello, confiamos en el éxito del Libro Blanco, en su constante actualización y en que sea ejemplo a seguir por otros sectores.
Marcial Marín
Secretario de Estado de Educación, Formación Profesional y Universidades