El perfil del nuevo emprendedor andaluz es el de un varón de entre 26 y 45 años, con estudios superiores, asalariado y sin experiencia previa en la creación de empresas, según recoge el Barómetro del Emprendimiento en Andalucía, una investigación sociológica sobre las personas que crean y consolidan empresas en la comunidad autónoma realizada por la Consejería de Economía y Conocimiento, a través de Andalucía Emprende y del Fondo Europeo de Desarrollo Regional.
Los objetivos fundamentales de este estudio, que ha sido presentado en Málaga, son conocer las circunstancias, valores y prioridades de personas que se encuentran en distintos momentos del proceso emprendedor; obtener una radiografía de qué significa el éxito en el emprendimiento, contando con la opinión y valoración de sus protagonistas; identificar las causas que llevan al fracaso o que hacen que los proyectos consigan alcanzar sus objetivos, consolidarse y crecer; y analizar las cualidades de los emprendedores para propiciar su transferencia y desarrollo.
Los resultados se han extraído de una encuesta realizada a 600 personas emprendedoras que han dado de alta su actividad entre 2007 y 2015 y cuyas empresas están en activo. Con ello, se ha pretendido recoger la experiencia tanto de los proyectos empresariales nacientes como de aquéllos que iniciaron su actividad en plena crisis económica y han consolidado exitosamente su empresa.
El Barómetro permite trazar un perfil del actual emprendedor en Andalucía, que es varón en un 67%, de entre 26 y 35 años (34%) y de entre 36 y 45 (34,2%), con cargas familiares (58,2%), con estudios secundarios (36,5%) o superiores (33,7%), sin una experiencia previa en la creación de empresas (75%) y que trabajaba como asalariado antes de emprender (47,5%).
Entre las razones que más influyen en los emprendedores andaluces a la hora de poner en marcha sus proyectos se encuentran las actitudes personales (constancia y perseverancia, confianza en sí mismos, empatía, asunción de riesgos y creatividad). En cuanto a las mayores motivaciones de los encuestados para emprender están el ganarse la vida, aprovechar sus conocimientos, trabajar en lo que más les gusta, satisfacción personal, independencia a la hora de tomar decisiones (ser sus propios jefes) y aprovechar oportunidades claras de hacer negocio.
Otro rasgo que destaca de este estudio es que un 88,5% de los emprendedores encuestados considera haber tenido un éxito medio o elevado o medio, frente al 11,5% que declara haber tenido un éxito escaso o nulo.
En cuanto a los factores que mejor diferencian a los emprendedores de éxito elevado de los de éxito escaso, el Barómetro señala la idea o el modelo de negocio del propio proyecto, la capacidad de innovación y la organización interna de la empresa, la relación con el resto de los socios, el número de clientes potenciales y la valoración que la sociedad hace del emprendimiento.
Expectativas de superviviencia
Con relación a las expectativas de supervivencia, en torno al 60% espera un crecimiento suficiente de clientes y facturación y un 33% cree que en los próximos 12 meses ampliará su plantilla con algún puesto de trabajo más, siendo sólo un 6% quienes prevén una alta la probabilidad de cierre.
Por otro lado, la capacidad personal, las horas de trabajo y el apoyo de la familia se han destacado como factores principales que ayudan al emprendimiento, mientras que los impuestos, la crisis, la burocracia y la competencia han supuesto los principales escollos.
El Barómetro arroja también interesantes cifras en lo que se refiere al apoyo de la Administración pública al emprendimiento. De hecho, se destaca que el 41% de quienes han emprendido en los últimos ocho años considera que las entidades públicas han supuesto una ayuda en su nivel de éxito empresarial.