La Demarcación de Andalucía, Ceuta y Melilla del Colegio de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos ha nombrado Ingeniero del Año 2015 a Alejandro Castillo Linares, ingeniero estructurista que, con sólo 48 años de edad, ya ha impreso su sello en las infraestructuras más emblemáticas, trascendentales y rompedoras de Andalucía, que ha traspasado fronteras, y cuya labor, tantas veces anónima, queremos reconocer con este galardón que cumple su XXI edición.

En la actualidad es director gerente de la empresa ACL Diseño y Cálculo de Estructuras SL (Cádiz) y profesor asociado de la Escuela Técnica Superior de Ingeniería de Caminos, Canales y Puertos de la Universidad de Granada, para la asignatura de Puentes.

ALEJANDRO CASTILLO LINARESUna de sus últimas colaboraciones ha sido, precisamente, la asistencia técnica al Ministerio de Fomento en el nuevo puente sobre la Bahía de Cádiz (Puente de la Constitución de 1812), récord en España inaugurado este año. Junto a este símbolo de la ingeniería, Alejandro ha participado en puentes tan singulares en nuestra comunidad como el Viaducto del Dragón de Alcalá de Guadaira (Sevilla) o el Puente de Ibn Firnas sobre el río Guadalquivir en Córdoba. Su firma está en las estructuras de todos los metros de Andalucía y en obras hidráulicas y marítimas, ha asistido en la ampliación del Puerto de Motril (Granada), en el nuevo acceso a la Terminal de Contenedores del Puerto de Cádiz, y en la ampliación del Dique de atraque norte del Puerto de Málaga, entre otros.

La lista en autovías y proyectos ferroviarios es ingente. Su trabajo puede verse en la A-7 (Autovía del Mediterráneo), la SE-40, la A-32 (Autovía del Olivar), la Variante A-4 (Ronda Sureste de Córdoba), la Autovía del Sur A-4, la A-45 Córdoba-Antequera, la Nueva ronda de Circunvalación Oeste de Málaga; en las Líneas de Alta Velocidad (LAV) Antequera-Granada, Sevilla-Cádiz, Sevilla-Granada, Madrid-Extremadura; en el Corredor Mediterráneo de AVE, y un largo etcétera.

Castillo ha manifestado al Colegio su gratitud “no exenta de sorpresa” por la que él, en la siempre humildad de los grandes ingenieros, considera inmerecida distinción. En su opinión, este reconocimiento es representativo de una generación de ingenieros que, con mayor o menor brillo, ha contribuido a que Andalucía sea hoy una comunidad con mejores infraestructuras, más moderna y en definitiva más capacitada para resolver necesidades sociales concretas.

“Pienso sinceramente que durante mi carrera profesional no he hecho otra cosa, como la mayoría de mis compañeros, que cumplir con mi obligación de ingeniero, lo más fielmente posible al ideario de servicio que nos caracteriza”, ha puntualizado.

En un mensaje a sus compañeros de Andalucía, ha instado a reivindicar “un impulso más enérgico, constante y duradero en el desarrollo, ejecución y modernización de las infraestructuras”. Según sus palabras, “debemos superar, muchas veces con imaginación, el bache por el que nuestra profesión está pasando en España: somos un conjunto de técnicos muy sacrificados, juiciosos y preparados”. “Las fuerzas que deben movernos son las de siempre: el idealismo, la motivación, la ilusión y el tesón: de todo eso nos sobra”, ha subrayado.