Entorno económico. Iniciamos una nueva etapa en la que nuestro entorno macroeconómico es, por fin, más positivo. El esfuerzo de los ciudadanos y la contribución de nuestros empresarios han sido claves para lograrlo. Su capacidad de anticipación y reacción han permitido sentar las bases de la recuperación económica actual, cuyos resultados son evidentes hoy en día.

alberto delgado romeroEste año, el crecimiento económico superará el 3%, uno de los más elevados dentro del área del euro, y todo apunta que el dinamismo continuará en 2016. La expansión de la economía no sólo merece una valoración positiva por su intensidad, sino también porque tiene unos rasgos de mayor calidad que en ciclos anteriores: la creación de empleo y la reducción del paro se produjeron desde una fase temprana de la recuperación. El crecimiento económico está bien diversificado, apoyado en demanda interna y también en las exportaciones. Y lo que es más, la expansión de la economía está siendo acompañada por un aumento del superávit exterior. El déficit público sigue reduciéndose y se está consiguiendo estabilizar la deuda pública como porcentaje del PIB. En suma, hablamos de un crecimiento equilibrado y que tiende a corregir el sobreendeudamiento que se generó en el anterior periodo expansivo y de un cambio en el modelo de crecimiento y de la forma en la que las empresas lo afrontan.

Este modelo, en el que las exportaciones tiene; un peso creciente, tiene sus cimientos en unas empresas más internacionalizadas y en una sociedad más competitiva, consciente de los retos que supone operar en una economía globalizada donde no basta con hacer las cosas bien, sino que tienen que hacerse mejor que los demás. Las empresas han sido protagonistas silenciosas de esta evolución. Su ejemplo de cercanía y compromiso con los clientes, de conocimiento profundo de los riesgos, de visión de largo plazo y de servicio a la comunidad han sido determinantes para afrontar con éxito la crisis y sentar la bases de la transformación. La capacidad de las empresas para aprender del pasado e incorporarlo en las estrategias futuras deben ser un modelo a seguir por el resto de la sociedad. Y esto es especialmente importante porque a España aún le queda camino por recorrer. En concreto, aunque la tasa de paro se está reduciendo a buen ritmo, todos coincidimos en que los niveles son aún inaceptables.

Afrontamos retos muy importantes y la manera en que lo hagamos será determinante. En Banco Santander tenemos una misión muy clara: “Contribuir al progreso de las familias y de las empresas”. Queremos ser más que un socio financiero. Queremos ser un socio de confianza, sólido y  estable para acompañar el crecimiento de las empresas y el del país, construyendo la mejor relación posible con nuestros empleados, clientes, accionistas y con la sociedad.

Claves de futuro. Últimamente se habla mucho de cambio, de futuro, de claves, de estrategia. En este sentido, permítanme que comparta con ustedes mi reflexión al respecto. Considero que hay una serie de aspectos en los que todos los empresarios deberíamos coincidir: primero, en la necesidad de establecer relaciones a largo plazo con nuestros clientes. En nuestro caso, por ejemplo, hemos roto el paradigma de que los nuevos productos y servicios son exclusivamente para los clientes nuevos. Nuestros lanzamientos son tanto para clientes nuevos como para los existentes.

Además, apostamos de manera decidida por su vinculación, creando una relación de confianza con ellos; Segundo, en incorporar la calidad de servicio como eje fundamental de cualquier estrategia; Tercero, en generar propuestas de valor que aseguren una rentabilidad sostenible; y cuarto, en realizar una gestión prudente de los riesgos, algo que es fundamental en nuestro sector. La buena gestión de los riesgos nos ha permitido superar esta dura crisis y les aseguro que vamos a seguir reforzando este aspecto. Todo esto sustentado en una cultura corporativa apoyada en sólidos valores, que en nuestro caso son Sencillo, Personal y Justo. Hemos elegido estas tres palabras porque juntas reflejan lo que nuestros empleados y nuestros clientes nos han dicho que esperan de su banco.

Compromiso con Andalucía. Por último, quiero decirle que en Banco Santander confiamos en esta tierra andaluza con la que sentimos un fuerte compromiso, como demuestran nuestras cifras: más de 2 millones de clientes, más de 125.000 accionistas que confían en Banco Santander, y un volumen de negocio de más de 40.000 millones de euros.

Y sobre todo, confiamos en las capacidades de nuestros empresarios, porque son quienes, de manera definitiva, lograrán consolidar esta recuperación económica que les decía al principio. Les animo a actuar con confianza y optimismo. Puede que lleguen nuevas dificultades, pero les aseguro que las superaremos todas con éxito.

 

Alberto Delgado

Director de Banco Santander en Andalucía