El beneficio neto de Telefónica en 2015 fue de 2.745 millones de euros, un 8,5% menos, afectado por factores extraordinarios, principalmente un impacto de 2.602 millones de euros en el cuarto trimestre del año derivado sobre todo de la provisión relativa al plan voluntario de suspensión de empleo de Telefónica España.
Excluyendo estos impactos no recurrentes, el beneficio neto de Telefónica crece casi el 30% interanual y se sitúa en 5.787 millones de euros en el conjunto del año, lo que eleva el beneficio neto básico por acción a los 1,12 euros en 2015 (+23,9%).
Los ingresos consolidados crecen hasta los 47.219 millones de euros en 2015, mientras que el resultado operativo antes de amortizaciones (OIBDA) asciende a 14.926 millones de euros en el año, excluyendo los impactos no recurrentes.
En términos orgánicos, los ingresos aceleran su comportamiento y crecen el 4% interanual, el OIBDA aumenta el 3,6%, impulsado por las eficiencias derivadas de las sinergias de integración en Alemania y Brasil y del programa de simplificación del Grupo, y se vuelve al crecimiento del flujo de caja operativo (+1,9%).
Por su parte, la deuda neta financiera se sitúa en 49.921 millones de euros a diciembre de 2015. Con ello, el ratio de endeudamiento (deuda neta sobre OIBDA) de los últimos 12 meses a cierre de diciembre de 2015, considerando el cierre de la venta de O2 UK, se sitúa en 2,38 veces.
El presidente ejecutivo de Telefónica, César Alierta, ha hecho hincapié en los esfuerzos realizados durante el año en adaptar la oferta comercial, las redes y la propia estructura de la Compañía para capturar todo el potencial de la Digitalización de la Economía y ha concluido que “si 2015 ha sido un año muy positivo, en 2016 se va a acelerar el crecimiento y la monetización de los datos, mientras maximizamos las eficiencias de integración y simplificación, e impulsamos nuestras capacidades de innovación y Big Data”.
