La transformación digital de las ciudades

Ciudades Inteligentes

Las ciudades inteligentes fueron, durante algún tiempo, un concepto indefinido. Hoy, tanto en Europa como en España, están claramente identificadas las áreas en las que deben poner su foco y cuál es el mapa de ruta que tienen que seguir para su desarrollo, en función de su punto de partida.

La Comisión Europea estima que 249 de las 468 ciudades con más de 100.000 habitantes tienen iniciativas sólidas en Smart Cities (51,2%).

La aparición del concepto “Smart” en el mundo de las telecomunicaciones, que se ha aplicado a los teléfonos, los smartphones, está poniendo al alcance de los ciudadanos y de las empresas toda la potencia de la Sociedad del Conocimiento, permitiendo acceder desde cualquier punto a una ingente cantidad de información así como estar perfectamente comunicado de forma continua, lo que está cambiando nuestro estilo de vida en gran medida.

Este concepto se viene aplicando a ciudades desde hace más de diez años, dando origen a las denominadas Smart Cities, y ahora está llegando con fuerza al sector industrial, aplicándose tanto a los procesos como a productos y servicios.

Lo sorprendente es que nuestro ecosistema de Smart Cities nos permite disfrutar de una sólida posición en los rankings europeos e internacionales, también debido al alto número de experiencias desarrolladas. España se apoya en tres pilares diferenciales para tener este liderazgo, áreas en las que muchos países puntúan escasamente:

1. La Normativa de Estandarización. Desde el Comité Técnico de Normalización CTN 178 de AENOR se han elaborado, con el acuerdo de industria, administraciones y expertos, 15 normas y cinco más acaban de ser publicadas en estos días. Prueba de nuestra fortaleza es la acogida que estas normas han tenido en la reunión de constitución de la nueva Comisión de Estudio GT20 de la Unión Internacional de Telecomunicaciones (ITU) sobre Internet de las Cosas (Internet of Things, IoT) y sus aplicaciones, incluidas las ciudades inteligentes. Ha destacado, particularmente, el consenso fraguado por todos los agentes en nuestro país respecto a dos normas: plataformas de ciudad y datos abiertos.

2. Tenemos un modelo de gobernanza que no tiene equivalente en el mundo, en el que destaca la innovación institucional representada por la Red Española de ciudades inteligentes, RECI, con 75 ciudades compartiendo sus mejores prácticas. Contamos con actuaciones coordinadas de los distintos programas de los ministerios, particularmente el de Industria, y con una herramienta radicalmente novedosa para seguir e impulsar estas políticas: el Consejo Asesor de ciudades inteligentes en el que trabajan juntos los diferentes ministerios (MINETUR-MINECO), representantes de las administraciones locales, la industria y expertos. No importa sólo qué se hace, la diferencia la marca el cómo se hace, y España tiene aquí un modelo que exportar.

3. Disponemos de una Industria TIC de las Smart Cities, que es líder global y que se complementa con las nuevas empresas emergentes. Las primeras son aquellas empresas que ya compiten en el mercado mundial y las segundas las que detectan nuevos nichos de actividad que abordan problemas no resueltos.

Industria Nacional de Smart Cities

Representadas por AMETIC a través de su comisión de Smart Cities, reúne actualmente a las 129 empresas más significativas del espectro español de las ciudades inteligentes. Son empresas que no sólo tienen actividad en el ámbito TIC, están contando con sectores íntimamente ligados al desarrollo de las ciudades como las relacionadas con la Planificación Urbana, la Arquitectura o Empresas de Servicios municipales.

Algunas de ellas provienen del sector de la construcción, que tanto éxito tuvo con el modelo de “Colaboración Público Privado”, y tanto han sufrido durante la crisis, pero que, gracias a que su modelo pudo ser exportado, permitió su internacionalización, lo que las ha hecho liderar su mercado globalmente. AMETIC y la CEOE tienen comisiones específicas de ciudades inteligentes que se han abierto a sectores no sólo tecnológicos para representar a todos los agentes que actúan en la ciudad.

entrevista borrero9Plan Nacional de ciudades inteligentes

Como consecuencia de todo ello, tenemos una política pública de ciudades inteligentes surgida de un diagnóstico compartido por todos: ministerios, ayuntamientos, industria, organismos normalizadores y expertos. La movilización de ese consenso se ha mostrado con motivo de las convocatorias de ayuda publicadas el pasado verano por Red.es, que se han saldado con una contundente participación, lo que demuestra que, cuando las políticas están alineadas con las necesidades de los ayuntamientos y la industria, la demanda supera las previsiones más optimistas. No se valorará, suficientemente, el hecho de que de las 11 islas que tiene nuestro país, 10 hayan presentado proyectos respondiendo a esta convocatoria o que 140 ciudades presentaran sus propuestas. Un efecto importante, que casi nunca se destaca, es que cientos de ayuntamientos de España hayan reflexionado sobre estas políticas recogiendo iniciativas de sus ciudadanos y empresas para formular y presentar proyectos. Esto constituye, de por sí, un éxito: las ciudades inteligentes han pasado a formar parte de los proyectos y prioridades de nuestras ciudades, de nuestras empresas, de nuestro tejido asociativo.

Las ciudades inteligentes permiten utilizar la tecnología para prestar servicios públicos de más calidad, a más personas y a un menor coste. Se trata de servicios más informados y, por tanto, más justos; servicios que están mejorando la calidad de vida de los ciudadanos y potenciando un nuevo sector industrial en el que estamos bien posicionados internacionalmente.

Laboratorios Urbanos

Un factor que nos ayuda en el desarrollo, educación y divulgación del mercado que suponen las Smart Cities son los denominados Laboratorios Urbanos, o en su denominación en inglés los Urban Labs. En España se dispone en varias capitales de laboratorios urbanos para la experimentación de nuevas tecnologías y para el desarrollo de nuevos conceptos de las Smart Cities. Y Andalucía cuenta con dos especialmente potentes y grandes laboratorios urbanos para el desarrollo de las Smart Cities; uno en Málaga, con amplia tradición en el edificio de Tabacalera, que además es la sede del Clúster Andaluz de Smart Cities, y recientemente inaugurado, el que lidera Vodafone en la Isla de la Cartuja, en Sevilla, desde su magnífico Smart Center en el que, tanto empresas multinacionales como locales, están poniendo en exposición sus últimos avances tecnológicos y las soluciones más interesantes para vencer los retos que tienen las ciudades actuales y cómo podemos visualizar un futuro mucho más prometedor y abundante.

Las características del PCT Cartuja para poner en práctica un entorno de pruebas Smart son inmejorables, por lo que hay que alabar la noticia de que Vodafone haya escogido un entorno como Cartuja para instalar su Smart Center con perspectiva internacional. Por una parte, España es líder en esta disciplina y Andalucía tiene un tejido de conocimiento muy potente en el sector TIC y además, Sevilla está por desarrollar en la industria Smart Cities, así que este centro promete ser un entorno ideal donde veremos florecer las soluciones y productos más punteros en el mercado de las Smart Cities, a la vez que sirve de entorno de demostración y divulgación de las soluciones Smart que allí se están exponiendo.

Smart Energy, Smart Mobility, Smart Living

Tratado en el número de marzo de 2016 de la Agenda de la Empresa, constituye un pilar fundamental de las áreas de un SC, debido a que son precisamente las ciudades donde el consumo de energía alcanza el 80%. Como se vio en este número, los conceptos de Smart Grids y la Eficiencia Energética son áreas de actividad en las que incidir en nuestras ciudades debido a la incidencia de las fuentes renovables y donde se pueden conseguir mejores niveles de bienestar para la ciudadanía derivado de la rebaja de emisiones así como la obtención de energía de fuentes inagotables y baratas. Es el concepto Smart aplicado a la energía: Smart Energy. Uno de los aspectos más antiguos cubiertos por los sistemas de información inteligentes y que están llegando al ciudadano gracias a las tecnologías inalámbricas, que les permiten acceder a la información de los sistemas de control de tráfico existentes, y lo que es más importante, sacarles mucho más partido que el que las administraciones le dan, gracias a la apertura de los datos: el denominado Open Data, que pone la información de la movilidad al servicio de particulares y de empresas. Smart Mobility para permitir la existencia del vehiculo eléctrico autónomo en las ciudades, una realidad antes de lo que podamos pensar.

Con un evento relevante que se celebra anualmente en Marbella, “Smart Living” es uno de los pilares de las Smart Cities de mayor proyección, al centrarse sobre los aspectos más humanos y sociales de las ciudades. También se incluyen los aspectos de habitabilidad y bienestar de nuestras ciudades, tanto en los edificios como en el entorno urbano. Temas como la salubridad de las ciudades, en cuanto a las calidades de agua de aires, y la accesibilidad a los colectivos más sensibles, como pueden ser los minusválidos, los mayores o la infancia, se tienen en cuenta en las soluciones que se implementan en las ciudades realmente inteligentes.

La Comunidades se agrupan en Smart Communities

El concepto de las Smart Cities se está extendiendo al de Communities para trasladar las soluciones y las tecnologías que las soportan a entornos de poblaciones menos densas que las grandes capitales, donde se han desarrollado hasta la fecha las experiencias más significativas.

Proyectos como el presentado por los municipios de la Costa del Sol al Plan Nacional de Red.es, son un ejemplo muy significativo de ello. Un total de 15 municipios se han puesto de acuerdo para desarrollar soluciones a problemas comunes en sus comunidades en un entorno muy turístico donde las cuestiones de atención al visitante, incluyendo la seguridad y la movilidad, se convierten en cruciales para mantener su liderazgo internacional y el bienestar de sus poblaciones.

El propio Plan Nacional de Ciudades Inteligentes recoge dos iniciativas que contemplan el que poblaciones menores de 20.000 habitantes puedan acceder a los necesarios fondos para el desarrollo de sus proyectos, teniendo en cuenta diferentes criterios de colectividad.

En primer lugar, el denominando “Smart Islands”, dotado con 30 millones de euros, que está pensado para desarrollar soluciones Smart para las particularidades de las poblaciones de las Islas. Con una visión de desarrollo de un vertical exportable español, este plan está ya en marcha y se está esperando a su inmediata resolución.

Por otra parte, el denominado de ciudades está pensado para que poblaciones que se aglutinan en torno a un criterio común, como puede ser compartir un anillo metropolitano o una comunidad dedicada a procesos fabriles, puedan presentarse como poblaciones pequeñas aglutinadas bajo los criterios que los unen en su problemática.

En el seno de la Comisión de Smart Cities de AMETIC se están trazando planes para aplicar tecnologías Smart a las co-unidades agrícolas; es lo que se llama el “Smart Agro”, un asunto que ya fue cubierto por la Agenda de la Empresa en su número de julio de 2015.

Conclusión

Tenemos más experiencias que otros países, nuestras normas tienen la oportunidad de ocupar un lugar relevante en el desarrollo de la normativa mundial, nuestras empresas -las que ya tienen un sólido liderazgo y las que han abierto nuevos caminos- ostentan posiciones de primer nivel mundial y hemos construido entre todos un modelo de gobernanza sólido. Existen, en suma, una estrategia común y una demanda y una oferta alineadas. Tenemos todo lo necesario para ser una historia de éxito.

Todo ello es motivo, sin duda, de felicitación, pero también de exigencia. Todos debemos estar a la altura de esta oportunidad. Corresponde a la administración seguir apostando por un modelo de gobernanza adecuado, en el que las políticas se definen y gobiernan colectivamente, y -sobre todo- alinear los recursos con los lugares en los que se ha demostrado que existe una demanda contrastada.

Por otra parte, para aprobar la asignatura pendiente de nuestro sistema educativo, hay que actuar en los niveles de primaria y secundaria, preparando a los docentes para la gran oportunidad que supone la transformación digital de nuestras ciudades.

 

Adolfo Borrero

Presidente de las Comisiones de Smart Cities de CEOE y de AMETIC