Impulsar la innovación como factor de crecimiento, reorientando el modelo productivo de Andalucía mediante la identificación de áreas de especialización. Este es el principal objetivo con el que el Consejo de Gobierno de la Junta de Andalucía acordó la formulación de la ‘Estrategia de Innovación de Andalucía 2020’, -denominada RIS3 Andalucía-, dando así respuesta al requerimiento de la Comisión Europea para la percepción de fondos de cohesión en el período 2014-2020.

Una premisa que parte desde el convencimiento de que, hoy en día, son las regiones innovadoras las que lideran el mapa geoestratégico actual, con sistemas económicos que resisten mejor la crisis, y mayores niveles de bienestar social. Tenemos el ejemplo en países como Noruega, Australia o Suiza: todos ellos con bajas tasas de paro y elevados índices de alfabetización y renta per cápita.

MJAsensio (11)Para ello, la RIS3 Andalucía, ha establecido una serie de prioridades en las que concentrar los esfuerzos en innovación e investigación: el impulso y desarrollo de la movilidad y la logística; la consolidación de la industria avanzada vinculada al transporte; el aprovechamiento sostenible de los recursos endógenos de base territorial; la potenciación de Andalucía como destino turístico, cultural y de ocio; el impulso a los sistemas andaluces de salud y bienestar social; la investigación e innovación en agroindustria y alimentación saludable; el fomento de energías renovables, eficiencia energética y construcción sostenible; y el fomento de las TIC y de la Economía Digital.

La concreción de estas especializaciones está permitiendo mostrar a Andalucía como una región con capacidad y talento, donde las empresas andaluzas están encontrando oportunidades únicas para abrirse al exterior.

Así, con iniciativas conjuntas como Clean Sky, firmas andaluzas del sector aeronáutico se han dado a conocer y están ya trabajando en proyectos aeroespaciales europeos de I+D junto con grandes multinacionales.

Con estas prioridades, se ha establecido un hilo conductor en la formulación de otras estrategias, como son la industrial, la minera, la de impulso al sector TIC y la de construcción sostenible; y que están presentes en planes como el de Investigación, Desarrollo e Innovación, o el de Andalucía Smart, para el desarrollo de las ciudades inteligentes. Todos ellos persiguen impulsar una industria eficiente, competitiva y generadora de empleo; tecnologías accesibles y eficientes; pymes innovadoras; proyección exterior; talento y entornos creativos, e infraestructuras para la competitividad y la excelencia.

En definitiva, factores que, pivotando sobre la investigación y la innovación, subyacen en cualquier hoja de ruta que persiga situar a Andalucía en el año 2020 como una región competitiva, donde se potencie la rentabilidad social, ambiental, cultural y económica de la ciencia y el conocimiento en general. En este nuevo marco, la intensidad presupuestaria del objetivo de I+D+i pasa del 6,8% anterior al 14,8%, con objeto de situar el gasto en I+D+i en el 2,2% del PIB para 2020.

El Gobierno andaluz, de la mano de la Agencia de Innovación y Desarrollo de Andalucía, está realizando un importante trabajo para ordenar y coordinar los diferentes programas existentes en favor de la innovación. Una tarea que está permitiendo, a través de mecanismos de gobernanza, establecer con las empresas, el sistema andaluz de conocimiento y la administración, una visión compartida de Andalucía para hallar el máximo rendimiento a los recursos públicos.

Este compromiso de todos, entes públicos y privados, esta visión que es ya una realidad, es la que guía cada estrategia y cada plan, cada acción y medida, para que Andalucía sea, en el Horizonte 2020, una región con un crecimiento económico sostenible y con una mayor cohesión social y territorial, capaz de generar empleo estable y de calidad.

 

María José Asensio Coto

Secretaria General de Innovación, Industria y Energía

Consejería de Empleo, Empresa y Comercio

Junta de Andalucía