La red nacional de RRHH Nexian ha alertado sobre cinco cuestiones básicas para desarrollarse correctamente en el entorno laboral y a los que no se suele prestar atención, un hecho que supone que tres de cada cinco profesionales fallen en algún momento de su carrera, generalmente sin percibirlo.

1. Eres lo que escribes. Eres como escribes. No dominar la redacción es uno de los errores que con mayor facilitad descuidamos y es un reflejo claro de un tipo de personalidad. Las faltas ortográficas, los errores gramaticales, el uso incorrecto de las mayúsculas, de los signos de puntuación, etc. son un claro ejemplo de falta de cuidado en los detalles, de escasa atención, de poca preparación o de desprecio por las normas establecidas. Si no deseas fomentar estas ideas sobre ti mismo, ten cuidado con este aspecto.

2. Lo que marca la diferencia no es qué haces, sino cómo lo haces. “Se elige a los profesionales por lo que saben hacer, pero mucho más por cómo lo hacen”, afirma el director general de Nexian, David Monge. La necesidad de formarse permanentemente es clave para ser un trabajador de éxito. En este sentido, los títulos son cada vez menos importantes frente a las habilidades y competencias adquiridas y la actitud general antes las circunstancias que se dan día a día en el entorno laboral.

3. Cuida tus habilidades de presentación. En un entorno cada vez más digital y más visual, un profesional debe ser capaz de transmitir, tanto a un compañero, colaborador, superior o cliente aquello que piensa y siente, de forma verbal y no verbal. En el entorno actual, con estructuras cada vez más horizontales, es imprescindible saber exponer nuestras ideas con soltura y concreción sin crear malestar a quienes no piensan de igual forma, sino con creatividad y confianza.

4. Construye tu red de contactos. Éstos te ayudarán a mejorar tus relaciones profesionales, a acceder a espacios de interés relacionados con tu actividad, o a encontrar información valiosa para ti. Para ello, recuerda mantener una actitud amable, honesta y extrovertida y no dar motivos de desconfianza.

5. Accionar sí; reaccionar no. Deja de esperar a que sean otros quienes te ofrezcan ese puesto. No esperes a que te asciendan para aprender ese tema que te diferenciaría del resto, no esperes a llegar a esa posición para desarrollar todo tu potencial, no esperes a que el cliente te llame para cerrar una venta… Esperar, tener una actitud pasivo o dejar la iniciativa a otros es una forma de autolimitarse, y en un mundo tan competitivo, siempre es preferible tomar la iniciativa y ser proactivo ante los desafíos diarios.