España consolida su liderazgo como primer país productor de la UE, con casi dos millones de hectáreas (1.962.000 has), lo que supera ya el 8% de la superficie agraria útil española.
A estos datos a los que nos tiene ya acostumbrados nuestro país, se une el empuje del mercado interno, que ha llegado a 1.450 millones de euros de consumo nacional, lo que supone un crecimiento del 40% en los dos últimos años y refleja una tendencia con los países de nuestro entorno. Además, fruto de la biodiversidad, la mediana y gran distribución se han unido a los comercios de cercanía siendo claramente responsables en este incremento de consumo.
Además, algo está cambiando en el sector HORECA, al cual tenemos que añadir como se ha visualizado PRODUCCIÓN ECOLOGICA – SALUD ya que contamos con el primer Hospital Público con su cocina certificada para la elaboración de menús ecológicos a sus pacientes, el HRU de Málaga.
Además, esto ha sido fruto del esfuerzo del sector, ya que como este mismo ha reclamado, no han existido campañas de promoción para la producción ecológica, que fomenten sobre todo el conocimiento y el consumo de la producción ecológica, la sensibilización para mantener e incrementar el consumo interno y contribuir así a la salud de los ciudadanos y a la sostenibilidad de la cadena agroalimentaria y, por lo tanto, del medioambiente.
Además, el valor añadido de las producciones ecológicas a través de la transformación en las industrias agroalimentarias ha vuelto a crecer en un 12% con una evolución de 5.000 actividades industriales en el último año frente a las 5.800 en la actualidad.
Por último, la incertidumbre de la Normativa Europea en Producción Ecológica ha puesto de manifiesto las diferencias Norte-Sur dentro de la propia UE, y la realidad de los cultivos extensivos y las necesidades de los países productores han visto reconocidas sus diferentes realidades, con la retirada de la propuesta de modificación del Reglamento Europeo.
Creo que ahora más que nunca tenemos las condiciones para poder avanzar en el futuro de la sostenibilidad y la alimentación de las personas. La necesidad de frenar el cambio climático es una necesidad estratégica para los estados miembros. El binomio medioambiente y producción ecológica es una realidad para abordar y potenciar en los próximos años. Los avances agronómicos y tecnológicos así lo permiten y la sociedad nos lo exige, es el reto que tenemos que asumir con las generaciones presentes y futuras.
Álvaro Barrera
Presidente de Ecovalia
