La industria del automóvil va a experimentar más cambios que en los últimos 100. Se está produciendo una transformación en todos los sentidos, la digitalización  y la industria 4.0, están introduciendo modificaciones, no solo, en la forma de trabajar y en los procesos de producción, también influye en la logística, en cómo se transportan las piezas y en los vehículos. Este último, ya está en un proceso de tránsito hacia la movilidad sostenible, más tecnológica y más eficiente en la búsqueda de tecnologías más limpias que disminuyan el impacto medioambiental y reduzca la siniestralidad

Los próximos años se presentan llenos de retos y desafíos. El sector de automoción los asumirá y liderará el nuevo entorno, ya no tanto como fabricante de vehículos -que también-, sino como proveedores de movilidad inteligente, sostenible y segura. La sociedad de hoy en día requiere unas soluciones de movilidad distintas a las de hace unos años. Los jóvenes están muy interesados en la electrónica, en la tecnología. Por ello, el sector del automóvil ofrece dentro de sus catálogos, cada vez más posibilidades de conectividad en el vehículo. Estamos, además, en una primera etapa hacia el vehículo autónomo.

Memoria ANFAC 2015Estamos viendo como el vehículo autónomo formará parte, sin duda, de las soluciones de movilidad inteligente del futuro. Los impactos positivos asociados a la introducción del vehículo conectado y autónomo deben potenciarse y coordinarse adecuadamente para conseguir una movilidad segura, sostenible y eficiente.

España ya ha dado los primeros pasos y se ha situado entre los países de referencia para crear el marco adecuado para el desarrollo y prueba de la conducción autónoma. El sector del automóvil español tiene ante sí una nueva oportunidad para seguir avanzando y continuar batiendo marcas, gracias a las nuevas tecnologías y al desarrollo de los vehículos del futuro.

Aunque hay muchas dudas que resolver. La tecnología para que un vehículo circule sin conductor ya está prácticamente conseguida, pero el coche autónomo en un elemento en el que requiere de infraestructuras adecuadas para que puedan circular con seguridad. Y esto, se encuentra en manos de las administraciones. Se trata de crear un entorno legal que permita resolver las responsabilidades y los derechos de uso de un vehículo de estas características. Por ello, se requieren acuerdos entre legisladores, aseguradoras y otros partícipes.

El coche autónomo no es algo inmediato. Pero cuando llegue al mercado será una opción más, como ha ocurrido con los vehículos eléctricos, híbridos o gas, que ya forman parte de nuestras preferencias, dependiendo de las necesidades de los usuarios a la hora de elegir un vehículo. Además, la industria ofrecerá diferentes niveles de autonomía con lo que estos dispositivos podrán ser abordados por una mayor cantidad de personas.

La inversión en I+D de la industria del motor europea ronda los 40.000 millones al año, de los que mil millones de ellos se invierten en España. Además, los fabricantes de automóviles están formando alianzas con los principales proveedores tecnológicos para desarrollar sus prototipos de  vehículo autónomo/conectado. La cifra exacta global que las diferentes marcas destinan en Europa a desarrollar el coche autónomo es un dato interno de las compañías.

La industria del automóvil nunca ha optado por la llamada “obsolescencia programada” y ha fabricado, fabrica, y fabricará sus productos con los máximos estándares de calidad y seguridad posibles en cada momento. Éstos deben asegurar, durante el mayor tiempo posible, la mayor durabilidad de sus productos satisfaciendo las demandas del usuario.

Lo que tenemos claro es que, uno de los activos principales para rejuvenecer el parque y alcanzar el objetivo de cero víctimas es, sin duda, un parque automovilístico lo más joven posible. Esto supone una mayor carga tecnológica, de seguridad y de cuidado del medioambiente en los vehículos.

 

María de Marco

Jefa de prensa de la Asociación Española de Fabricantes  de Automóviles y Camiones (Anfac)