Técnicas Reunidas logró un beneficio neto de 55,7 millones en los nueve primeros meses del año, un 45,1% inferior al del mismo periodo de 2016.

Según ha señalado la compañía, este resultado recogió el impacto del resultado financiero neto, que descendió desde 1,1 millones, hasta un resultado negativo de 7,2 millones en el mismo periodo de 2017, principalmente debido a unas pérdidas en las transacciones en moneda extranjera de siete millones, al haber sufrido el dólar una depreciación del 11% frente al euro, desde inicios de 2017.

En el periodo analizado de 2017, el impuesto sobre los beneficios de la compañía fue de 22,7 millones, lo que representa una tasa efectiva del 29,0%.

El EBIT se situó en 87,9 millones y el margen operativo fue del 2,3% impactado por factores no recurrentes: la menor actividad derivada del retraso en el inicio de los proyectos de petróleo y gas; y los sobrecostes de proyectos específicos en sus últimas fases de construcción, entrega y comisionado, “con alta incertidumbre en la recuperación de estos costes en la actual coyuntura de crisis”.

Por su parte, los ingresos crecieron un 12,9%, hasta los 3.882,6 millones, al encontrarse los proyectos más relevantes de la cartera en fase de aprovisionamiento y construcción. Además, las ventas fueron de 3.883 millones, con un crecimiento del 13% comparado con el mismo periodo de 2016.

“El año 2017 ha sido especialmente complicado, muy afectado por factores extraordinarios e imprevistos, con proyectos que se han cancelado y otros que se han retrasado mucho. En este escenario, y a pesar del impacto que supone en los márgenes de la compañía, Técnicas Reunidas ha tomado la decisión estratégica de mantener intactas las capacidades fundamentales de ingeniería y gestión de proyectos”, ha señalado Juan Lladó, consejero delegado.