El Consejo de Gobierno ha aprobado el Plan Estratégico para la Agroindustria de Andalucía Horizonte 2020, que destinará más de 728 millones para políticas de apoyo a esta actividad clave de la economía regional. Con más de 46.000 empleos y 14.200 millones de facturación, el sector es el segundo de España en términos de valor añadido y el primero por ventas al exterior.

Entre otros objetivos, el documento prevé la creación de 7.000 puestos de trabajo en los próximos tres años, lo que supondrá un incremento del 15%, así como mejorar la competitividad, promover un empleo de calidad y favorecer el equilibrio en la cadena agroalimentaria.

Como metas específicas, el plan propone aumentar en un 20% el número de mujeres empleadas y su presencia en puestos directivos, incrementar en un 42% la facturación de las producciones ecológicas y de calidad diferenciada (Denominaciones de Origen e Indicaciones Geográficas Protegidas); alcanzar el 20% de aportación de las renovables al consumo energético total de la agroindustria; duplicar el número de empresas agroindustriales con actividad innovadora y la presencia de empresas en el mercado digital; aumentar un 20% las firmas exportadoras; superar el 50% de las ventas fuera de la Unión Europea, y reducir en un 10% la tasa de temporalidad y en un 30% la de accidentes graves y mortales en el sector.

El documento se estructura en nueve líneas estratégicas, cada una con su previsión financiera: sostenibilidad integral (299,1 millones de euros); eficiencia y dimensión empresarial (166,2 millones); internacionalización (83,7); innovación y transferencia de investigación (52,1); calidad comercial y orientación a consumidores (50,8); calidad diferenciada y nichos de mercado (35); impulso a las nuevas tecnologías (34,2); gobernanza (4), y equilibrio, cooperación y transparencia en la cadena agroalimentaria (2,7).

Algunas de las acciones previstas en estas líneas ya están en marcha. Entre ellas destacan los incentivos a la modernización, cuya última convocatoria cuenta con una dotación total de 108,12 millones de euros, con tres bloques de ayudas para pymes, sector olivarero y grandes empresas. Esta cantidad permitirá el desarrollo de unos 200 proyectos, la consolidación de más de 17.700 empleos y la posibilidad de crear otros 2.700.

Entre las iniciativas novedosas que desarrollará el plan destacan la creación de una nueva marca de calidad para la promoción de los productos agroalimentarios; la constitución del Foro Andaluz de la Cadena Agroalimentaria; el impulso a sistemas de mediación extrajudicial de conflictos; la especial atención a la venta directa, los mercados locales y las cadenas cortas de comercialización, y la habilitación de nuevos instrumentos de gestión de alertas de fraude a la calidad comercial. En términos generales, el grueso de las medidas prioritarias se vinculan a la internacionalización, la innovación y el equilibro de la cadena agroalimentaria, atendiendo prioritariamente a productores y consumidores.

El texto define como actuaciones preferentes para la concesión de ayudas y subvenciones aquellas que avancen en la igualdad de oportunidades entre mujeres y hombres, así como en la creación, consolidación y mejora de empleo de calidad. Se priorizará igualmente el compromiso medioambiental de los solicitantes y los proyectos que incluyan medidas vinculadas a la discapacidad, el impacto en la salud y la seguridad laboral.