Comenzamos 2018. Son muchas las incógnitas que nos depara. Pero sí tenemos información de 2017 que nos puede ayudar a intuir cómo será este año que empezamos. Ya lo hemos explicado en esta columna en más de una ocasión. Para intentar prever las variables económicas, tenemos que analizar variables del pasado que nos ayuden a prever el futuro.

CardeneteEsto, junto con variables proxy a tiempo real, completarían nuestras previsiones. En momentos de certidumbre, las previsiones no fallan. En momentos de incertidumbre, lo que apuntemos puede quedar en papel mojado.

En cualquier caso, sí podemos decir que la actividad económica a escala global está resurgiendo, aunque la recuperación no se acaba de generalizar. La reactivación del comercio internacional, el aumento de la inversión mundial y de la producción industrial, además de la mejora de la confianza de las empresas y de los consumidores, están consolidando la recuperación.

En este momento, el comportamiento de la economía mundial es muy parecido al observado antes del periodo estival, destacando el particular protagonismo de las economías avanzadas que se ven impulsadas por la reactivación de la economía estadounidense y por la evolución más favorable de las de los principales países de Europa (excepto Gran Bretaña), China y Japón. En lo que se refiere a los países emergentes, se incrementa su actividad, destacando la salida de las recesiones de algunos BRICS como Rusia y Brasil.

Por lo tanto, parece existir mayor sincronía entre el crecimiento de las economías de los principales bloques, lo cual refuerza la previsión de que la economía mundial crezca un 3,6% en el 2017. Y es que va a contribuir a esta aceleración aproximadamente un 75% de la economía mundial.

Después de un periodo de recuperación parcial en la Eurozona, el crecimiento económico se generaliza para gran parte de estas economías y se hace más sostenido gracias a la mayor actividad global, que ha favorecido el repunte de las exportaciones, junto con la reducción de los riesgos internos y la mejora de la confianza en los principales países, lo que está impulsando la inversión y el empleo, mientras que el consumo privado sigue creciendo a buen ritmo.

Grafico5696891Pese al buen momento de la economía, con un crecimiento que viene superando sistemáticamente al potencial durante casi cuatro años, las presiones inflacionistas continúan siendo muy bajas.

En este contexto, la previsión de crecimiento del PIB para España de 2017 será de 3,1% y del 2,7% para 2018. La variable consumo de los hogares se encuentra muy alineada con la evolución del PIB, de modo que la previsión para el T3 y el T4 es idéntica a la del PIB, alcanzándose el 2,5% para el conjunto del año 2017 y del 2018. Para el consumo público, en el T3 y T4 el crecimiento será de 0,4% y 0,3% respectivamente, obteniendo la misma previsión de crecimiento para el conjunto del 2017 y del 2018, alcanzando el 1,5%.

En cuanto a la inversión, se prevé un crecimiento de la misma que llegará al 1,5% en el T3 y al 1,1% en el T4. Con relación a esta misma variable, la previsión para el conjunto del año 2017 es de un crecimiento del 4,5% y en el 2018 del 4,2%. Se prevé que las exportaciones y las importaciones crecerán a un ritmo del 0,8% y del 1,2% en el T3 y del 0,8% y 1,1% en el T4, situándose el crecimiento del 2017 de estas variables en torno del 6,0% y 4,9% respectivamente, y del 4,3% y 3,3% para el conjunto de 2018.

En cuanto a la evolución de la tasa de desempleo, se prevé una disminución de la misma del 1,2% en el T3 y un estancamiento de esta en el T4, situándose la tasa de paro en el 17,2% en ambos trimestres.

Grafico536Si aterrizamos a las previsiones del PIB andaluz, marcan un crecimiento del 0,8% en el T3, y del 0,7% en el T4. En cuanto al conjunto del año 2017, la previsión de crecimiento del PIB para Andalucía es del 3,0% y del 2,8% para el año que viene. En lo relativo al mercado de trabajo, se prevé una disminución del desempleo en el T3 del 0,9% y un ligero aumento del 0,3% en el T4, descendiendo la tasa de paro a un nivel del 25,0% y luego aumentando ligeramente hasta el 25,1% respectivamente. Las estimaciones, para la tasa media de paro del conjunto de 2017, oscilan en torno al 25%-26% y del 23,5%-24,5% para el 2018. En lo que se refiere al IPC, se prevé una subida de precios en el T3 y T4 del 0,4% y del 1,4% respectivamente, situándose el IPC total del año 2017 en torno del 1,9% y del 1,6% para el año 2018.

La mejora en las previsiones con respecto al número de primavera, evidentemente, estarán muy condicionadas con el devenir politico en España. La prórroga de Presupuestos del Estado para 2018 y la crisis catalana -en el momento que escribo estas líneas quedan unos días para las Elecciones Catalanas-, pueden dar al traste las mismas.

Es verdad que nuestro propio presupuesto está prácticamente aprobado y eso es siempre una garantía de estabilidad económica. Habrá que esperar acontecimientos. Ya hemos visto cómo en Gran Bretaña, el Brexit ya está pasando factura a sus tasas de crecimiento del PIB y del empleo. Y Andalucía no se puede permitir una mayor desaceleración con una tasa de paro que aún triplica la media europea.

 

Manuel Alejandro Cardenete

Catedrático de Economía

Vicerrector de Posgrado

Universidad Loyola Andalucía

@macarflo

 

Artículo incluido en el Anuario empresarial y económico de Agenda de la Empresa. Enero 2018