Las perspectivas económicas de un año para otro no cambian sustancialmente si estamos dentro de una estrategia global impulsada por una serie de medidas macroeconómicas que, gusten más o menos, se han mostrado benignas a lo largo de los recientes años anteriores.

Efectivamente, la salida de la crisis española se está consolidando con crecimientos de la actividad económica del entorno del 3% anual, que está llevando consigo la creación de cerca de medio millón de puestos de trabajo por ejercicio. El efecto en Andalucía es el mismo, en cuanto que crecemos por encima de la media y nuestra generación de empleo anual se sitúa en el entorno de los noventa mil puestos de trabajo.

2En nuestra Comunidad, los efectos de unos tipos de interés bajos y el empuje de los empresarios han permitido aumentar las exportaciones, muy notables en el sector agrícola, derivados del petróleo y mineral. También ha tirado del turismo, alcanzando igualmente récords históricos de visitantes. El buen comportamiento de los precios hoteleros está consolidando este sector de cara al futuro.

Es precisamente este futuro el que tenemos que trabajar con seriedad y rigor para aprovechar la bonanza de los tiempos a nuestro favor y construir una buena base sobre la que sustentar crecimientos futuros. Sería de ilusos y comodones dejarse llevar por la buena tendencia para hacer caja, y no reinvertir en estructuras en el extranjero para distribuir en el exterior nuestros productos; modernizar las instalaciones quizá algo obsoletas incorporando todas las tecnologías de que disponemos en este momento; y tantas otras cosas que los empresarios saben muy bien. Porque tenemos una clase empresarial de primer orden que pasa muy desapercibida porque está constituida por multitud de pequeñas y medianas empresas, que son el verdadero sustento de nuestra economía y sociedad.

Es evidente que la victoria de partidos favorables a la independencia de Cataluña en las últimas elecciones catalanas tendrá consecuencias negativas para el conjunto de España, pero sobre todo serán desastrosas para la comunidad catalana. Es un factor desestabilizante, sin duda, pero no por eso hemos de dejar de hacer nuestros deberes, como hemos señalado más arriba. Incluso habrá que aprovechar esta situación para facilitar a las empresas que quieran marcharse de esa Comunidad a que se instalen en Andalucía. Sería muy beneficioso para nuestra economía y para el empleo, pero sería muy gratificante aprender también de cómo trabajan en otros lugares donde les va bien.

Una reciente medida que me causa bastante incertidumbre es la decisión del Gobierno y agentes sociales de subir el salario mínimo interprofesional hasta 990 euros al mes en 2020. Soy muy favorable a subir los sueldos de los trabajadores. Pero, para eso, las empresas tienen que ir bien y fijar unos salarios mínimos obligatorios sin flexibilidad es un peligro. Porque los costes para el empresario se disparan. Sumen ustedes un 33% a ese salario mínimo y obtendrán lo que el empresario paga por cada uno, debido a la Seguridad Social y otros costes fijos.

El otro peligro de la recuperación son las medidas populistas de los gobiernos y, en este caso, del andaluz. Los gastos presupuestarios no se corresponden con políticas económicas que favorezcan la generación de más actividad económica y, por tanto, de recaudación para mantener todos los servicios -y otros gastos que no son servicios- que la Junta de Andalucía desea para tener contento a todos los ciudadanos. La administración tienen que seguir haciendo esfuerzos de mejora y eficiencia en los gastos, además de mejorar los criterios de los mismos. Si favorece la creación de actividad económica por parte de las empresas, se podrán conseguir todos esos servicios.

 

Fernando Seco

Presidente de la Asociación de Empresarios del Sur de España, CESUR

 

Artículo incluido en el Anuario empresarial y económico de Agenda de la Empresa. Enero 2018