Dia redujo su resultado neto atribuido de 2017 un 38% en moneda local, hasta los 109,6 millones de euros, impactado por los resultados negativos de las operaciones discontinuadas de China en 2017. Por su parte, el resultado neto ajustado se situó en los 217 millones, un 19,2% menos en moneda local que un año antes.

Las ventas brutas bajo enseña se situaron en 10.334 millones, un 1,5% más en moneda local que en 2016. El avance de las ventas en los países emergentes con un crecimiento del 10,8% en moneda local ha compensado el retroceso en Iberia del 3,3%, donde en el último trimestre del año la compañía ha registrado unas ventas comparables positivas gracias a su política de bajada de precios.

En Argentina y Brasil continuó ganando cuota de mercado hasta un 14,1%, y un 7,8%, respectivamente, registrando un crecimiento de Ebitda ajustado del 21,4% en moneda local hasta los 142,3 millones.

Además, como consecuencia de la reducción en un 3,9% de la superficie de venta en España, las
ventas han descendido un 3,8% hasta los 5.737 millones.

“2017 ha sido el primer año en que no hemos alcanzado nuestros objetivos desde que salimos a bolsa en 2011. Los resultados han estado por debajo de la previsión que dimos en octubre debido a que la inversión en precio ha sido mayor de la que inicialmente estimábamos. Nuestra decisión de mantener el liderazgo en precios en España ha impactado en nuestros márgenes, que no han podido ser compensados por los esfuerzos en ahorro de costes y beneficios provenientes de nuestras alianzas comerciales”, declara Ricardo Currás, consejero delegado de la compañía.

El Consejo de Administración propondrá a la Junta General de Accionistas el pago de un dividendo de 0,18 euros brutos por acción, lo que representa un pay-out de cerca del 51%.

A cierre de año, la compañía contaba con una deuda neta de 891 millones de euros y un parque de tiendas de 7.388 establecimientos en España, Portugal, Argentina y Brasil.