Enagás obtuvo en el primer trimestre de 2018 un beneficio después de impuestos de 103,9 millones de euros, un 33,5% menos, por la consolidación por integración global de GNL Quintero. Sin tener en cuenta este efecto, la cifra es un 1% superior a la del mismo periodo del año anterior.
“El crecimiento registrado en el primer trimestre de 2018 está en línea con los objetivos establecidos para el conjunto del ejercicio y se debe, principalmente, a dos factores: el exhaustivo control de gastos operativos y financieros y la buena marcha de las sociedades participadas, cuya contribución al beneficio después de impuestos ha sido de más del 19%”, destacan desde la compañía.
En el primer trimestre, la compañía invirtió más de 42 millones en activos en los que ya estaba presente. De esta cifra, aproximadamente 35 millones de euros fueron destinados a la construcción del Trans Adriatic Pipeline (TAP), un proyecto en el que participa con un 16% y que es clave para la seguridad de suministro energético de Europa.
Por su parte, el endeudamiento financiero neto consolidado se situó en los 4.791 millones, con más del 80% a tipo fijo. La compañía no tiene vencimientos de deuda significativos hasta 2022 y cuenta con una situación financiera “sólida para seguir avanzando en el cumplimiento de sus objetivos estratégicos”.