El beneficio neto de Técnicas Reunidas en el primer trimestre fue de 0,5 millones de euros, un 99% menos que en el mismo periodo de 2017, impactado por el descenso del resultado financiero, debido a unas pérdidas por transacciones en moneda extranjera mayores, relacionadas con la depreciación del dólar frente al euro en el periodo.
Los ingresos descendieron un 16,3% hasta los 1.161,1 millones, al encontrarse los principales proyectos en ejecución en fase de ingeniería y construcción.
Las ventas fueron de 1.161 millones, un 16% inferiores a las del primer trimestre de 2017, situándose en línea con las expectativas de la compañía, al estar los principales proyectos en ejecución en fase de ingeniería y construcción.
El Ebitda fue de 9,1 millones, un 85% menos, y el Ebit retrocedió un 91,2%, hasta los 4,9 millones, afectado por factores no recurrentes.
Juan Lladó, consejero delegado de Técnicas Reunidas, ha destacado que “si 2017 fue un año de cancelaciones y retrasos de proyectos, 2018 es un año de lanzamiento de los proyectos ya firmados, por lo que hemos arrancado 2018 de manera sólida, pero a un ritmo lento”.
“Este año estamos empezando a ver la luz al final de un largo túnel. Estamos trabajando intensamente para afrontar lo que puede ser la última etapa de la crisis del petróleo. Somos optimistas respecto al futuro, basándonos en la recuperación de la industria, en una cartera de oportunidades -más grande y más activa- y en el reconocimiento de nuestros clientes”, reconoció.
Remuneración al accionista
En enero, Técnicas Reunidas pagó 35,8 millones en concepto de dividendo ordinario. El Consejo de Administración propondrá distribuir un dividendo adicional de 14,2 millones, que se pagará en julio. Con este dividendo adicional, la remuneración total al accionista de 2018 ascenderá a 50 millones.
Esta decisión supone equilibrar el compromiso de la compañía de remuneración al accionista con el fortalecimiento del balance, para apoyar el crecimiento futuro de la compañía en este entorno de inversión más favorable.
