Precariedad y recuperación son dos términos que en el contexto actual de nuestra sociedad coexisten, siendo distintas caras de una misma moneda. En un escenario en el que las cifras y las cuentas de resultados de las grandes empresas gozan de muy buena salud, la precariedad se ha instalado en el mundo laboral y, en consecuencia, en la vida de muchas familias trabajadoras. Los márgenes empresariales han experimentado un incremento significativo desde 2013, alcanzado por la vía de la devaluación salarial y la baja participación de los salarios en la productividad.
La clase trabajadora ha sufrido la peor parte de la crisis: las reformas laborales y las políticas de recorte llevadas a cabo por los gobiernos. Las consecuencias son un empeoramiento notable de las condiciones de vida, de las condiciones laborales y con una pérdida de empleo inéditas. La crisis deja una factura que continúa pagando la clase trabajadora, y mientras desde 2013 la recuperación empezaba a dejarse sentir en el ámbito empresarial y en el discurso de los gobiernos, los trabajadores y trabajadoras siguen sumidos en contratos donde prima la temporalidad con un porcentaje de más de 95 por ciento, en una brecha salarial que condiciona la igualdad entre mujeres y hombres, y en un millón de personas que en Andalucía quieren trabajar y no pueden hacerlo, de las que, además, una de cada cuatro no tiene ninguna prestación por ser desempleada de larga duración.
En CCOO lo tenemos claro. Es el momento de que se produzca la ruptura del binomio precariedad-recuperación. Existen razones suficientes que apoyan la viabilidad de nuestras propuestas y nuestro objetivo es motivar la presencia de éstas tanto en el diálogo social como en la negociación colectiva. Si el acuerdo no fuera posible no descartamos la movilización. Partimos de la premisa de que es preciso recuperar salarios y de tensionar la negociación del AENC, que sigue paralizado por las enquistadas posturas que se están dando en torno a una subida salarial que ya respalda hasta la Comisión Europea. Es inaplazable limitar la contratación temporal, caldo de cultivo para la economía sumergida, el fraude y la precariedad laboral, porque no está justificado que una persona trabajadora tenga un contrato de días o de horas cuando la actividad que realiza es perdurable en el tiempo y existen formas de contratación mucho más estables.
La carencia total de unos presupuestos generales de carácter social y que discriminan a Andalucía con un reparto desigual y muy alejado de lo que nos corresponde por cupo poblacional, dificulta, asimismo, la existencia de planes de empleo que frenen el drama del paro en una tierra donde predomina un capitalismo rentista y donde faltan inversiones productivas y de futuro que apuesten por sectores que generen valor añadido y, por ende, un empleo más estable. Por ello, CCOO reclama presupuestos justos con Andalucía y un modelo de financiación que garantice la equidad y la igualdad de oportunidades.
Estamos dispuestos a negociar y a acordar para avanzar como ha quedado patente en el acuerdo suscrito para la subida del SMI, en el acuerdo para la recuperación de derechos en la función pública o la iniciativa que ha dado como resultado la Renta Mínima de Inserción en Andalucía, pero también estamos dispuestos a movilizar como lo estamos haciendo para reivindicar un sistema público de pensiones digno, la igualdad real entre mujeres y hombres y la lucha contra la precariedad laboral en sus múltiples formas.
Luchar contra la precariedad y conseguir que se desarrollen políticas y medidas que permitan la recuperación real han sido nuestras premisas en este 1 de Mayo, y esos seguirán siendo los objetivos que marquen nuestras acciones en el diálogo social, en la negociación colectiva y en la empresa. El fin, garantizar que el momento de la recuperación para la clase trabajadora sea, sin más dilación, ahora.
Nuria López | Secretaria General de CCOO-A (@nurialomar)