El geo-blocking o bloqueo geográfico es un obstáculo con el que se encuentran los usuarios en Internet de otro país cuando quieren hacer una compra online, ya sea de un producto o de un servicio y en cualquier etapa del proceso de compra.

Básicamente, se les restringe el acceso a la web por motivos de nacionalidad, lugar de residencia o punto de conexión. Es decir, por ejemplo, se les redirige a otra web (sin su consentimiento), tienen problemas para registrarse o bien su tarjeta de crédito o débito es rechazada cuando desean pagar.

Lo cierto es que el vendedor de un negocio online puede elegir qué medios de cobro acepta y cuáles rechaza, pero no puede hacerlo en función del país. Según datos de la Comisión Europea, un 63% de las webs que venden productos y servicios online aplican algún tipo de geobloqueo.

Algunos consumidores también han denunciado que, además de no poder adquirir el producto de otro país de la Unión Europea, a veces tienen que pagar precios más altos por un servicio que se presta desde otro país ya que en el suyo este ha sido bloqueado. Quizás estaría justificado un tratamiento diferente al consumidor si es por cuestiones logísticas o fiscales.

Así pues, el Parlamento Europeo ha aprobado una normativa (aplicable desde el próximo 3 de diciembre de 2018) para poner fin a estas discriminaciones en Internet y que afectará a diversos productos y servicios, tanto de empresas que comercializan en la Unión Europea y están establecidas en territorio europeo, como las que venden en la UE pero no operan desde ahí.

En cuanto a los productos y servicios, están los que dejarán de tener barreras y que podrán ser comprados por los consumidores sin restricciones en la Unión Europea, como entradas a espectáculos y parques de ocio, estancias hoteleras y alquiler de vehículos.

Por el contrario, seguirán bajo el bloqueo geográfico todos aquellos que tienen que ver con los derechos de autor, como libros electrónicos, música o videojuegos. También se quedan fuera el transporte, los servicios financieros al por menor y los servicios audiovisuales.

Pero se ha incluido una cláusula que obliga a revisar dentro de dos años si estos contenidos deben seguir bloqueados. Recientemente, se ha levantado el bloqueo a conocidas plataformas online de consumo de series, películas, documentales y música.

Las webs que más acusan el geobloqueo, según datos de la Comisión Europea, son las de electrodomésticos (86%) y las de venta de entradas para eventos deportivos (40%).

Ahora la pregunta que surge es, ¿por qué utilizan el geo-blocking las empresas? Esto puede deberse a varias cuestiones. Quizás la más sencilla es pensar en los gastos de envío del producto o bien en los gastos de gestión que se generan. Por otro lado, el coste de la vida varía de un país a otro y eso naturalmente repercute en el precio de bienes y servicios.

También las empresas quieren evitar la “pillería”, es decir, que por ejemplo en un país se ofrezcan más ventajas que en otro, de tal modo que los usuarios comprasen solo en el país dónde se dan más. O lo que puede ser lo mismo, que una filial, debido al nivel de vida del país, venda más barato un mismo producto que el resto de filiales. Así las empresas “se protegen” forzando al usuario a comprar en su propio país.

Aunque esto ocurre en casi todos los sectores, un ejemplo evidente es el del viaje, dónde las ofertas se realizan en base a precios de salida con origen del país concreto. También sucede en moda. Aunque se acuda a un establecimiento físico, cualquiera que haya viajado sabe que el precio varía de país a país.

En el caso de Cashback World puede haber un anunciante que esté presente en varios países y ofrezca distintas ventajas (en forma de Cashback y Shopping Points) a los usuarios. Y lo hace porque vende sus productos a distintos precios en cada país.

En el ámbito de los comercios físicos no se da el problema del bloqueo geográfico, ya que es algo más frecuente de los negocios online. En Cashback World se utiliza un sistema de alerta para avisar al usuario antes de realizar una compra online si el anunciante correspondiente le podrá pasar las ventajas o no.

Pero además, Cashback World procura cerrar acuerdos internacionales con grandes empresas dónde existen múltiples filiales para así evitar que el geo-blocking perjudique al usuario. Cuando esto no es posible, se avisa al afiliado y se le ofrece la posibilidad de adquirir el producto de manera local.

La aplicación de esta normativa europea supondría para Cashback World el poder ofrecer las mismas ventajas a todos sus usuarios a nivel global, independientemente del país desde el que se realicen las compras online, lo cual es el objetivo de esta shopping community (comunidad de compras).

Pero las empresas y anunciantes tendrán que readaptar logística y estratégicamente sus modelos de negocio online, ya que deberían igualar los precios a nivel internacional para así evitar la caída de sus ventas en determinadas filiales.

Para el usuario todo esto se traduciría en ventajas ya que podría acceder a las compras en igualdad de condiciones, independientemente del país desde dónde las realice. Sin embargo, puede ocurrir que en algunos países dónde ahora los precios son más bajos, estos sufran un incremento.

 

Joaquín García de la Brena | Managing Director de Cashback World en España