Conceptos, en su mayoría de origen anglosajón, están empezando a sonar de manera cada vez más habitual en el universo mediático para definir situaciones que responden a una realidad muy diferente de la que se quiere presentar. De ese modo, la sociedad empieza a normalizar palabras como el ‘rider’, persona que trabaja como falsa autónoma que solo está sujeta al estatuto jurídico de trabajo autónomo y que no tiene derecho a salario mínimo, bajas o prestaciones básicas cuando en realidad trabajan para la empresa.

Son términos que resuenan como un eco cada vez más presente, diseñados en los laboratorios de las élites económicas y difundidos de la mano de los grandes grupos de comunicación, y no son más que un compendio de palabras para revestir una precariedad laboral acuciante con unas tasas de temporalidad superiores al 36%, más de un 45% de trabajadores y trabajadoras con salarios por debajo del SMI (datos tributarios de 2016) y un 24,7% de personas que queriendo trabajar no pueden hacerlo.

Ante esa realidad laboral “cool’ que tratan de introducir las élites dominantes, CCOO ha puesto en marcha la campaña #Precaripedia, para evidenciar lo que hay en realidad detrás de esa nueva terminología.

Se trata de una campaña viva y abierta que crece al mismo ritmo que lo hacen las palabras utilizadas por quienes en lugar de hablar de cesión ilegal de trabajadores y trabajadoras de una empresa a otra para eliminar, casi siempre, derechos y rebajar salarios, hablan de ‘Outsourcing’,  o de quienes venden las bondades de la ‘uberización’, cuando se trata de un modelo de negocio que transforma a las personas trabajadoras en colaboradoras eximiendo a la empresa de toda responsabilidad social y laboral sobre ellas.

Los términos ya se han instalado en el vocabulario colectivo. El objetivo del sindicato no es en sí que desaparezca esa terminología, sino que las personas sepan qué significan realmente y, sobre todo, qué tipo de mundo laboral se está intentando imponer con figuras como el ‘microworker’, que son personas que llevan a cabo trabajos por proyectos a cambio de cantidades irrisorias de dinero y sin coberturas laborales dignas.

CCOO quiere destapar la gran falacia que tratan de venderle a la ciudadanía y a los trabajadores y trabajadoras con esos conceptos. Tratamos de contribuir a identificar la hostilidad que el sistema laboral nos impone al amparo de las reformas laborales, recortes, y nuevas formas injustas de gestión empresarial que buscan consolidar la teoría del crecer sin repartir.

Por el contrario, en el sindicato somos defensores de la teoría del ganar-ganar y de crecer repartiendo y con unos beneficios que superan los 36.000 millones, la recuperación tiene que llegar ya a las familias en forma de subida salarial y de condiciones laborales dignas.

Desde luego, con la llamada ‘economía bajo demanda’, donde los servicios se prestan sin que se establezcan garantías legales, sin derechos y sin ningún tipo de regulación tributaria; o el ‘salario emocional’, donde la persona no tiene un buen sueldo pero a cambio tiene un buen ambiente laboral u horarios flexibles que le permite tener otro empleo con el que completar ese salario de vergüenza, esa recuperación dista mucho de producirse.

CCOO seguirá reclamando un nuevo contrato social que genere más igualdad, una negociación colectiva inclusiva, acabar con el fraude en la contratación, respeto a los descansos y la conciliación, y protección a las personas en situación de mayor vulnerabilidad, sin engaños y sin #Precaripedia.

 

Nuria López | Secretaria General de CCOO-A (@nurialomar)

Artículo incluido en el número de junio de la revista Agenda de la Empresa