La movilización sostenida y continuada se ha extendido en la primera parte del año. Un  contexto de movilización creciente en el que el sindicato, desde las empresas y en la calle, hemos salido a recuperar lo arrebatado. A las movilizaciones por unos salarios dignos, por un reparto de la riqueza, por la defensa del sistema público de pensiones que garantice unas pensiones dignas ahora y en el futuro, hemos de sumar la lucha feminista que ha desbordado los límites institucionales para incorporar a hombres y mujeres, muy jóvenes en muchos casos, y acelerar los procesos de cambio en nuestra sociedad. Los pasos dados en la calle han tenido consecuencias, por ejemplo, en materia de igualdad, donde se ha conseguido que los 200 millones comprometidos en el Pacto de Estado contra la violencia de género no se hayan quedado en 120 como pretendía el Gobierno; la subida del Salario Mínimo Interprofesional a 735,9 euros; y el acuerdo para revalorización de las pensiones según el IPC.

A pesar de los logros, hay motivos para seguir presionando y movilizando. El Informe de Rentas Salariales sobre Datos Tributarios, elaborado por CCOO, pone en evidencia que cinco de las diez provincias españolas con los salarios más pobres son andaluzas, con Jaén y Huelva a la cabeza, y donde el 60% de la población asalariada no llega a los mil euros y tres de cada diez tienen salarios inferiores a los 327 euros mensuales. Al otro lado de la balanza y, después de años de crisis, de recortes y de políticas de austeridad, tenemos la cuenta de resultados de la economía española, donde la recuperación es un hecho, crece y el sector empresarial está obteniendo beneficios que superan los 36.000 millones de euros.

El mundo del trabajo es sobre todo precario y tiene nombre de mujer, especialmente en Andalucía. Si lo situamos frente a los beneficios que están obteniendo las empresas, dan buena cuenta de una descompensación brutal en las relaciones laborales y ponen sobre la mesa la necesidad de recuperar el diálogo y de construir una negociación colectiva fuerte, activa y equilibrada, que permita corregir esa situación y devolver a la clase trabajadora unas condiciones laborales acordes al escenario de la recuperación.

Las políticas llevadas a cabo en los años de crisis por el gobierno del PP y el bloqueo de la negociación colectiva nos han traído un clima de gran conflicto social.

Ahora, ante el nuevo escenario político en el que nos encontramos tras la moción de censura, en CCOO entendemos que se abre una oportunidad para, desde el diálogo nuevamente, recuperar y reforzar los derechos sociales y laborales que la crisis se llevó por delante, consolidando el crecimiento y sobre todo la igualdad de oportunidades en España y Andalucía. Deseamos transitar hacia un marco de relaciones laborales más inclusivo, más democrático, más participativo y, en definitiva, más amable con los trabajadores y las trabajadoras, donde se mejoren y respeten sus condiciones laborales con especial atención a la juventud y a las mujeres, con medidas contra la brecha salarial y el acoso.

En Andalucía, las nuevas consejerías, de Economía, Hacienda y Administración Pública, por un lado, y de Conocimiento, Investigación y Universidad, por otro, son claves para remover la estructura productiva en Andalucía. Pueden promover, en gran medida, que el cambio de modelo productivo, más sostenible y respetuoso con el medioambiente, se lleve a cabo con la participación de los trabajadores y trabajadoras. Además, el gobierno central y autonómico deben saber dar respuesta, con solidaridad y gran responsabilidad, a los refugiados que llegan a Andalucía desde el norte de África implementando políticas migratorias que protejan a las personas más vulnerables.

Nuestra Comunidad tiene que aprovechar el momento y, para ello, es necesario que se lleven a cabo políticas activas de empleo y se garantice que el trabajo decente y los salarios dignos son la norma y no la excepción. Es cuestión de eficacia económica y es cuestión de justicia.

Nuria López | Secretaria General de CCOO-A (@nurialomar)

Artículo incluido en el número de julio y agosto de la revista Agenda de la Empresa