El Grupo BBVA obtuvo, entre enero y junio de 2018, un beneficio atribuido de 2.649 millones de euros, un 14,9% superior al del mismo periodo de 2017 (+29,5% en términos constantes). La fortaleza de los ingresos recurrentes, la contención de los gastos de explotación y los menores saneamientos y provisiones son las principales razones que explican este crecimiento.

El consejero delegado de BBVA, Carlos Torres Vila, señaló que “gracias a los avances en la transformación del banco, los ingresos recurrentes crecen con fuerza en el semestre. Este es un muy buen trimestre, con una mejora notable de la rentabilidad y creación de valor para nuestros accionistas”.

El margen de intereses alcanzó en el semestre los 8.643 millones de euros (-1,8% interanual, +9,4% a tipos de cambio constantes) y las comisiones crecieron un 1,5% interanual (+11,3% sin considerar el efecto de las divisas). La suma de ambas líneas -ingresos recurrentes- registró crecimientos, hasta alcanzar en el semestre los 11.135 millones de euros (-1,1% interanual, +9,8% en términos constantes). Esta partida fue el principal catalizador de la evolución del margen bruto que, entre enero y junio, llegó a 12.074 millones de euros (-5,1% versus el del mismo periodo del año anterior, +4,8% excluyendo el impacto de las divisas).

La disciplina en costes continuó dando frutos y los gastos de explotación disminuyeron en el semestre un -5,8% interanual (+2,9% en términos constantes). Todas las geografías generaron mandíbulas positivas (variación de los ingresos recurrentes superior a la de los gastos). El ratio de eficiencia se situó en el 49,2%, 82 puntos básicos por debajo del dato de 2017 a tipos de cambio constantes