Cuando hablamos de digitalización estamos haciendo referencia a un nuevo modelo de negocio y de vida que no ha pasado como las modas, sino que ha venido para quedarse, instaurándose en nuestras actividades cotidianas.

La digitalización es el proceso mediante el cual algo tangible ha pasado a ser digital manejándose así a través de medios tecnológicos como ordenadores, smartphones, tabletas, etc. El abaratamiento de los costes de producción, de las herramientas, de la mano de obra, la aparición de otros modelos de negocio, de nuevas formas de consumo, y una nueva segmentación del público, son algunos impactos que ha supuesto la aparición y la instauración de las nuevas tecnologías en el sector de la hostelería.

La adaptación a este nuevo estilo de negocio no ha sido tarea fácil en España, sobre todo en sectores como el hostelero, en el que la mayoría de los negocios son pequeñas y medianas empresas.

Es España disponemos de más de 300.000 establecimientos hosteleros que forman parte de las rutinas cotidianas de nuestra sociedad. Hoy en día, acudimos a los bares, restaurantes y/o cafeterías para juntarnos con familiares, festejar eventos con amigos, salir a cenar en pareja, incluso para llevar a cabo reuniones de trabajo. Sin embargo, la mayoría de estos negocios son tradicionales y el cambio a esta nueva era de las nuevas tecnologías les está suponiendo una transformación muy notable, ya que no solo es modificar las herramientas de trabajo, sino la forma de trabajar, reacondicionar sus espacios y el propio trato con la clientela, lo que no solo ha supuesto un coste económico sino también formativo.

Aun así, en el sector, este giro de 360º se ha tomado como un “renovarse o morir” y, en la mayoría de los negocios, se han puesto en marcha estas nuevas medidas, ya que el 90% de las aportaciones son beneficios para la empresa.

Empezando por la forma tradicional de cobro, las nuevas TPVs agilizan el proceso de pago y aportan información de valor añadido para el propietario ya que puede conocer datos como: productos más vendidos, horas punta de comercio, control de stock, etc.

El wifi, la herramienta indispensable por excelencia. La conexión a Internet se ha convertido en un factor imprescindible debido a las actividades que se llevan a cabo en los establecimientos hosteleros, desde trabajadores que acuden a los bares a tomar algo mientras trabajan a través de sus dispositivos móviles, hasta clientes que quieren interactuar en redes sociales dando su opinión sobre el lugar. Esto último, la propia relación con los clientes también se ha digitalizado, ahora los usuarios buscan los restaurantes, bares o cafeterías a través de apps en las que pueden decidir a cuál acudir guiándose por las observaciones de otras personas que ya han visitado el lugar y además, pudiendo añadir su opinión personal.

No podemos olvidar tampoco los nuevos modelos de abastecimiento. Ahora el empresario puede realizar sus compras a proveedores de manera online, conocer los catálogos digitales teniendo la posibilidad de comparar productos y precios. Aunque cabe reconocer que en el sector HORECA todavía hay mucha presencia de la relación física: empresario-proveedor.

Ahora no solo el boca a boca es la herramienta de dar a conocer un establecimiento, sino que la presencia del bar, restaurante o cafetería en redes sociales y apps es fundamental, al igual que lo es la participación ciudadana.

Ya que el sector está tan disgregado geográficamente en nuestro país, la incorporación de las nuevas tecnologías y, por tanto, la digitalización de los negocios hosteleros, está siendo un proceso lento pero, a su vez, evolutivo, puesto que los profesionales de HORECA se han concienciado sobre la importancia de estas incorporaciones. Según el indicador de confianza llevado a cabo por la Federación Española de Hostelería, el 83,5% de los encuestados afirma disponer de herramientas digitales, frente a un 13,9% que no dispone de ninguna. Un dato que años atrás habría sido impensable.

 

José Luis Yzuel | Presidente de la Federación Española de Hostelería (FEHR)

 

 

Artículo incluido en el especial sobre turismo digital en el número de julio y agosto de la revista Agenda de la Empresa