Cuando comencé había poco trabajo en esto del internet, tecnologías aún sin explotar y poquita gente en la red que se moviera de forma profesional e intentando darle forma y metodologia a esta 'disciplina'. Provenían de carreras como documentación, bellas artes, filosofía, arquitectura, matematicas o freelances que habían comenzado de una u otra manera.

Algunos han montado pequeños estudios donde se realizan trabajos integrales a pequeños/medianos clientes,  están compuestos por cinco o diez profesionales que mantienen una reducida cartera, ofrecen un trabajo de outsorcing cubriendo las necesidades de diseño, internet, dominios, comercio electronico, publicidad impresa, o incluso asesoramiento cuando Outlook no pueda descargar el correo, en definitiva estudios que son el departamento de diseño para los que no necesitan un equipo permanente. A este tipo de empresas las distingue su cartera de clientes Quizás hablemos de proyectos que oscilan entre los doce  y los treinta mil euros, tanto a empresas publicas cómo privadas.

Ahora el acuario -últimamente me gusta emplear ese término para referirme a la red-, va a tener una piraña más. Quizás sea porque me acerco irrefrenablemente a la treintena, mis proyectos de adolescencia con los que he crecido y disfrutado los últimos ocho años ya no me apasionan lo suficiente. Ese vacío quiero llenarlo con un estudio web formado por tres personas, como se suele decir: otra piraña en el acuario. Ahora que pienso en todo lo necesario para el equipaje, una de las preguntas que me hago es ¿cómo es mi mercado?¿quien es mi competencia?¿Qué hay realmente hay fuera en España?

El ladrillo ha sido también un cohete que ha disparado el sector con empresas dedicadas únicamente a crear proyectos multimedia para resorts, campos de golf, etc cobrando precios astronómicos, pero y ahora después del pinchazo ¿qué? Si bien veo la crisis muy patente en muchos sectores -lógico-, no la veo tan pronunciada en la red. Por un lado, es debido a la población de la misma, los nativos que estamos acostumbrados a una red con menos dinero circulando en ella, así que la crisis es mucho menor en proporciones económicas. Y por otro lado, se debe a la profesionalización de servicios, productos y empleados que desarrollan para internet, esta profesionalización ha llegado a las empresas y está subiendo el nivel del sector, además de acabar con empresas pequeñas poco profesionalizadas -dinosaurios?- y dejando libres a una clientela que espera productos de calidad a precios razonables.

Para la red, y para los que creemos en la red, el hundimiento del ladrillo es un impulso muy importante. Ese gigante feudal ha caído, el último coletazo de la cultura del siglo XX.En el siglo XXI la mirada no está puesta en la tierra o en la arcilla, sino en los servicios, servicios de la información. Quizás Google, por ponerle cara, sea el primer gigante del mundo virtual, y a fin de cuentas lo que Google hace es construir los ladrillos de su        -nuestra- muralla.

No les cuento esto solamente para transmitirles mi idea de cómo esta el acuario, de los miedos que tengo con esta nueva etapa, o de cuánto cobrar por uno u otro trabajo, lo hago aprovechando que éste es un medio dirigido a empresarios, que si tienen tiempo y son lectores de mi página, me cuenten su experiencia con estudios de diseño, al tratar los temas de la web y cualquier cosa que les apetezca sobre su trato con profesionales de la red. Sinceramente tengo curiosidad por conocer otros puntos de vista acerca del mercado y hacerme una idea de la nueva situación que se nos presenta a los profesionales en los próximos tres años.

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