En el entorno de mi empresa, el mercado de la comunicación y eventos, hay que tener en cuenta que lo que se vende son emociones. Como podrás entender, transmitir una emoción en una presentación de producto hace que cuando vuelvas a casa tengas atesorado para siempre ese día.

Si nos ponemos ahora desde la perspectiva de la agencia, previamente tienes que ser capaz de hacer llegar esa emoción a tus clientes, para que ellos comprendan hasta dónde quieres llegar y, en escasos 20 minutos, convencer que tu propuesta es la mejor.

Hace como unos 15 años todo se basaba tan solo en ideas, imágenes conceptuales y presentaciones con fotografía retocada. Explicabas que “de aquí cae una luz” o que “por allí sale la pantalla”, hacemos que “esto se mueva”…  conceptos muy poco explicativos por sí mismo y con una alta implicación de una imaginación que tenía de todo menos de colectiva, provocando una visión única e individual de la propuesta, ni decir tiene las consiguientes frustraciones cuando veían la realidad a la hora de ejecutar la idea.

Más adelante aparecieron las herramientas de vectorización y las CAD, que ya sí que permitían crear un trabajo lineal partiendo de valores conceptuales, colores, formas, etc. Es decir, el trabajo se iba poniendo en cola y permitía basarte en lo anterior para poder seguir construyendo la idea a presentar con cada vez menos tiempo y más detalle. ¡Llegaba la era de la producción en línea a las agencias!

Y he aquí donde nos encontramos ahora, ya que, siguiendo con el proceso descrito anteriormente, la tecnología de la Realidad Virtual nos permite poner la línea de entrega y de presentación de proyectos un poco más allá. Ahora somos capaces de poner al cliente o a un grupo de clientes en el interior de un entorno, que experimenten exactamente hacia dónde le queremos llevar y, sobre todo, se llevan esa experiencia aprovechando el trabajo que de todas formas tienes que hacer para presentar un proyecto. Porque tiene esto, tiene esa capacidad de enganchar desde el primer momento y, si lo haces con gusto, haces que la experiencia sea recordada para siempre.

Pero esto no termina ahí, ya que existen miles de desarrollos específicos que se pueden aplicar para que, en ciertos momentos, la realidad aumentada sirva de empuje y de enganche para que los asistentes puedan desinhibirse y relajarse tras una larga jornada de ponencias.

También podemos hacer, y aprovechando la tendencia a la baja en los precios de periféricos de VR debido a la competencia feroz y la mejora en el hardware, que un grupo de personas sientan y vivan juntos un recorrido virtual por un nuevo emplazamiento, un nuevo espectáculo o incluso que viajen en el tiempo. La inmersión en grupos es algo que cada vez se está pidiendo más y que es un camino a futuro seguro.

Una de las últimas que estamos desarrollando y que ha tenido mucho éxito en su primera versión ha sido un scape room con componente de VR.

 

Jacobo Navas | Technology Tech Manager beon.

 

 

 

Artículo incluido en el número de noviembre de la revista Agenda de la Empresa