A punto de iniciar una nueva legislatura, la undécima, quiero hacer una petición expresa al futuro Gobierno Andaluz: nuestra tierra necesita priorizar la creación de empleo y consolidar un desarrollo sostenible en el que el tejido productivo se apoye en los valores empresariales del siglo XXI. Hablamos de responsabilidad y compromiso, de democracia, de igualdad de oportunidades y de participación. Son valores propios de la economía social, sí, y nos gustaría contar con más iniciativas empresariales y sociales que hagan bandera de estos principios como base de su funcionamiento. No cabe duda de que partiendo de esta idea el empleo generado sería más estable, de más calidad y más integrador. Y no cabe duda de que esto repercutiría de manera directa en la sociedad andaluza.

Son razones más que suficientes para aprovechar la coyuntura de la formación de un nuevo gobierno para instar a que el sector de la economía social y las cooperativas sean la piedra angular de las políticas de empleo en la undécima legislatura andaluza. Queremos aportar más y queremos que nuestras propuestas tengan su reflejo en las áreas de economía y empleo. Desde FAECTA creemos que este es un buen momento para ampliar el compromiso de nuestros gobernantes con el empleo y con el desarrollo territorial.

¿Qué medidas podrían tomarse para articular un plan de empleo cuyo eje central sea la promoción de la economía social? En primer lugar, creemos que es clave, por los beneficios que implica para la ciudadanía, que el nuevo gobierno ejerza una contratación pública responsable a todos los niveles. Desde FAECTA, también exigimos que este compromiso se materialice durante el próximo mandato en una Ley para la Contratación Pública Responsable y Ecológica en Andalucía, que obligue a la Junta de Andalucía y las entidades locales a la consideración de un mínimo de clausulado social y ambiental en sus procesos de contratación administrativa. El objetivo es promover un cambio de modelo de desarrollo en nuestra tierra que tenga un enfoque más equitativo, participativo y sostenible. Queremos una economía de corte social, con rostro humano y que se sitúe junto a las personas, no frente a ellas.

También demandamos un respaldo presupuestario adecuado para la economía social, desarrollando políticas dirigidas a potenciar las inversiones productivas, innovadoras y sostenibles con el fin de aumentar el índice de viabilidad de las cooperativas y las empresas del sector.

Otro de los factores a tener en cuenta es el apoyo a las nuevas tipologías empresariales como son las cooperativas de viviendas en cesión de uso, el cooperativismo mixto, las cooperativas de impulso empresarial o las cooperativas de servicios públicos. Andalucía cuenta con una normativa muy avanzada en esta materia y exigimos que estos instrumentos se pongan al servicio de la ciudadanía para facilitar el acceso a cuestiones tan sensibles como la vivienda.

Si queremos mejorar el modelo productivo, tenemos que empoderar a las personas, por este motivo, consideramos muy importante incluir los principios y valores del modelo empresarial que representa el cooperativismo y la economía social en los diseños curriculares de toda la formación reglada (desde educación primaria a universitaria). El objetivo es cultivar el espíritu emprendedor que se sustente en valores para conseguir que el empresariado andaluz de las próximas décadas esté comprometido con las personas. Andalucía necesita apoyarse en la economía social para sintonizar con los valores que mueven a las personas.

 

Luis Miguel Jurado | Presidente de FAECTA luis miguel jurado faecta

@LuisMi_Jurado

 

 

Artículo incluido en el número de diciembre de la revista Agenda de la Empresa