L a economía española tardó exactamente una década (2008-2018) en alcanzar el nivel de PIB previo a la crisis. El dato es, evidentemente, esperanzador, pero la alta tasa de paro (15% a finales de 2018), la baja remuneración de los salarios, así como el bajo nivel de gasto social con sus correspondientes “recortes” en Sanidad, Educación y Dependencia explican, en gran medida, el importante incremento de la desigualdad experimentado en los últimos años en nuestro país.

La encuesta de condiciones de vida del INE ofrece un retrato muy preocupante de las circunstancias vitales de muchos españoles. El 34,4% de las familias no puede ir de vacaciones, más del 37% no puede afrontar gastos imprevistos, el 21,6% de la población está en riesgo de pobreza, viviendo en pobreza severa el 5,1% de los españoles, casi 2,4 millones de conciudadanos. Una cifra similar, algo más de dos millones de personas, básicamente pensionistas, no pueden tomar su medicación como consecuencia de no poder abonar el copago farmacéutico (ocho euros de media de copago al mes) implantado en 2012.

No hay correspondencia, por tanto, entre la mejora, tras diez años, de la actividad económica, y la recuperación de las condiciones de vida de los ciudadanos. Hoy en día, una década después de iniciada la crisis, el hecho de tener un puesto de trabajo no es garantía de poder mantener un nivel de vida decente. Como decíamos más arriba, el motivo es la precariedad en el empleo y la baja cuantía de los salarios. Pero también lo es el bajo nivel de gasto social en nuestro país.

El bajo nivel del gasto social en España viene explicado, por otra parte, por nuestro bajo nivel de ingresos públicos, y por su importante retroceso tras la crisis de 2007. Nuestro Estado del Bienestar se está viendo resentido al no poder financiarse, dado nuestro bajo nivel de Ingresos Fiscales.

En la Tabla 1 se comparan los ingresos fiscales de España con el país más importante de nuestro entorno, Francia. Antes de la crisis, ya teníamos una diferencia de 6 puntos porcentuales del PIB, a favor de Francia. Tras la crisis, esa diferencia se ha expandido a 13,5 puntos porcentuales, pues Francia ha conseguido incrementar los ingresos en 5 puntos porcentuales, y España está todavía 2,5 puntos porcentuales por debajo del nivel de 2007.

Tabla 1: Ingresos Fiscales (% del PIB) en Francia y España

Francia España
2007 42,4% 36,4%
2009 41,3% 29,7%
2016 47,4% 33,9%
Fuente: OECD Revenue Statistics, 2017.

Como se observa además en esta Tabla, y a ello nos referiremos más adelante, el problema comparativo de España con respecto a Francia es que en los primeros momentos de la crisis la presión fiscal bajó en Francia solamente 1 punto porcentual, mientras que en nuestro país el descenso fue de casi 7 puntos. Y todavía no los hemos recuperado. El resto de la comparativa europea respecto a la presión fiscal, y para los países más importantes, se presenta a continuación en la Tabla 2.

Tabla 2: Ingresos Fiscales (% del PIB, año 2016) en los principales países europeos

Ingresos Fiscales (2016, % del PIB)
Francia 47,4
Bélgica 46,0
Italia 42,7
Zona Euro 41,1
Alemania 40,2
Unión Europea 40,0
Portugal 36,7
Reino Unido 34,9
España 33,9
Fuente: Eurostat.

Por lo que se refiere a los países de la OCDE, la media en el año 2017 fue del 34,2. El dato para USA es 27,1%. Para Canadá, 32,2. La presión fiscal en España, en 2017, ha bajado al 33,7% y, en este aspecto, parece que nos vamos alejando de nuestro entorno europeo, y nos vamos pareciendo a países tan lejanos como Nueva Zelanda (32%), Japón (30,6%), Australia (27,8%) o Corea del Sur (26,9%).

Centrándonos en la comparativa por los distintos impuestos, España es el país, de la Tabla 2, que menos recauda por IRPF. Prácticamente, 2 puntos porcentuales menos que la media de la Eurozona.

También somos los últimos en recaudación por IVA e Impuesto de Sociedades. Y en cotizaciones sociales, solamente Portugal y Reino Unido están peor que nosotros.

Queda, por tanto, bastante margen para que nuestro país alcance los niveles medios de recaudación fiscal, tanto de la Eurozona como de la Unión Europea.

España, con un nivel de ingresos tributarios del 33,7% respecto al PIB, en 2017, está aproximadamente 6 puntos por debajo de la media comunitaria. Si nuestro país quisiera equipararse a los países de la Eurozona (7 puntos por debajo) debería recaudar aproximadamente unos 80.000 millones de euros más al año. Téngase en cuanta que tal cifra equivale aproximadamente a cuatro veces el actual déficit fiscal español.

Finalmente, la recaudación fiscal en España, en términos absolutos, se presenta en la Tabla 3 a continuación.

Tabla 3: Ingresos Tributarios en España (en miles de millones de euros)

2007 2010 2017
Ingresos Totales 200,67 157,16 193,95
IRPF 72,61 65,00 77,04
IVA 55,85 49,09 63,65
Sociedades 44,82 16,20 23,14
Fuente: Ministerio de Hacienda.

La última previsión para 2018 se cifra en  210 mil millones de euros, con lo que España se encamina hacia la mayor recaudación fiscal nominal de su historia, superando los niveles previos a la crisis. La recaudación fiscal por IRPF supera en 4,5 mil millones la de 2007.

La recaudación por IVA también supera la de 2007 en 7 mil millones. El problema, como veremos más adelante, se encuentra, en gran parte, en el descenso en la recaudación, por importe de casi 12 mil millones, en el Impuesto de Sociedades.

Como consecuencia de todo lo planteado respecto al bajo nivel de ingresos públicos en nuestro país, la otra cara de la moneda resulta ser, evidentemente, el bajo nivel de nuestro gasto público. El Gasto Público en España está bastante por debajo de la media europea. En concreto, 4 puntos porcentuales menos. Con respecto a Francia, la diferencia es de 14 puntos. Con respecto a Italia, 7 puntos menos, e incluso con respecto a nuestro vecino Portugal, la diferencia es de 3 puntos porcentuales inferior.

El gasto social en España, en particular, también está, obviamente, bastante por debajo de la media europea. Según los últimos datos de Eurostat, España dedica el 24,7% del PIB, mientras que la media europea es el 29%. Si nos comparamos con Francia, y como resultaría bastante evidente tras contemplar los datos de la Tabla 1, resulta que Francia dedica a Gasto Social el 34% del PIB, prácticamente diez puntos más respecto al PIB que nosotros. Casi todos los países europeos invierten más en protección social que España. Incluso Grecia y Portugal, que atravesaron crisis superiores a la nuestra.

El problema para nuestro país de recomponer la situación de incremento de la desigualdad tras los años de crisis se presenta arduo. Teniendo en cuenta, además, que cada vez más aparecen en España proponentes de políticas fiscales que deliberadamente buscan bajar los ingresos, como parece que pudo ocurrir con las políticas de los gobiernos, primero de José María Aznar y, posteriormente, de Mariano Rajoy.

Políticas fiscales que buscan, deliberadamente, bajar los impuestos para, posteriormente, poder conseguir una disminución del peso del sector público. Como veíamos más arriba, especialmente preocupante resulta ser en nuestro país la bajada de la recaudación fiscal a través del Impuesto de Sociedades, consecuencia de las bajadas de impuestos de Aznar en 1999 y 2004, y, posteriormente, de la bajada de Rajoy de 2015 (tal impuesto supone actualmente en España solo el 6,8 del total de la recaudación fiscal, mientras que la media de los países de la OCDE resulta ser el 9,0%).

Todo ello está haciendo que España se aleje cada vez más, en cuanto al peso del gasto público, de los países de nuestro entorno (como Francia y otros países de Europa Occidental), acercándonos, en este aspecto, a otros países de la Unión Europea tan lejanos del nuestro como pueden ser Bulgaria y Rumanía.

 

Saturnino Aguado Sebastián Saturnino Aguado

Profesor Honorífico de Investigación

Departamento de Economía. Universidad de Alcalá de Henares

 

Artículo incluido en el número de enero de la revista Agenda de la Empresa